20 junio 2012

DISCOS

THE BRIAN JONESTOWN MASSACRE. Aufheben.

Los líderes de la resistencia.

Anton Newcombe sigue en su papel de perro de presa, lanzándose sin piedad a los tobillos del rival. Si a finales de abril The Dandy Warhols alumbraban nuevo disco, The Brian Jonestown Massacre contraatacaban una semana después también con material candente. Premeditado o no, el caso es que Newcombe ya firma el decimotercer largo de su carrera. Palabras mayores si tenemos en cuenta que hablamos de un músico que ha llegado a los mismísimos bordes del abismo en numerosas ocasiones. A los Massacre la etiqueta “banda de culto” les sienta como un chaleco hecho a medida por el mejor sastre de la ciudad. Y en este nuevo álbum logran corroborar de nuevo que pertenecen a ese segmento de la resistencia capaz de enfrentarse incansablemente a la despiadada maquinaria mediática.

Aufheben” (2012) se grabó en Berlín, cosa que por el título uno puede temer al instante. Pero nada de sonidos marciales e industriales, la empanada mental de Anton logra ensamblar nuevas y excitantes combinaciones entre el rock psicodélico y otras músicas del mundo. Con textos en diferentes y a veces extraños idiomas, drones y distorsiones a mansalva y algún que otro instrumento tradicional, “Aufheben” se convierte en toda una experiencia sensitiva. Basta escuchar su apertura con la emulgente y colosal “Panic In Babylon” para entender que este disco merece la pena. Y así es, psicodelia deliciosamente dulce en “Viholliseni Maalla”, “Illuminomi” o “The Clouds Are Lies”, psicodelia nostálgica puramente sixties en “Gaz Hilarant” o “Starway To The Best Party in The Universe”, psicodelia superpuesta con cantos de muecín en “Seven Kinds of Wonderful”. Con su título juguetón, “I Want To Hold Your Other Hand” se antoja un homenaje a los Beatles de “Revolver” (66), como una hermana melliza de “Tomorrow Never Knows”. Otra cosa diferente es “Walking Up To Hand Grenades”, episodio bailable que parece recién salido del catálogo de Tony Wilson y su Factory Records. Llegados a este punto, curiosísimo resulta que la siguiente se llame “Blue Order/New Monday”, aunque poco tenga que ver con el grupo de Manchester y su éxito cenital, o que venga Anton y nos lo explique. O mejor que no nos explique nada, pues el misterio es el mejor aliado para un disco tan enormemente rico y manifiestamente tántrico. 

No hay comentarios: