28 enero 2016

DESCUBRIENDO A... THE DESLONDES


Quiénes son: un nostálgico y vistoso grupo de Nueva Orleans formado por Sam Doores (voz, guitarra), Riley Downing (voz, guitarra), Dan Cutler (voz, contrabajo), Cameron Snyder (voz, percusión), John James Tourville (pedal steel, fiddle) y algún que otro amigo añadido en directo.

Qué hacen: country, soul, folk, bluegrass, rock´n´roll, R&B.

Su debú: “The Deslondes” (2015).

Cuatro joyitas: “Fought The Blues and Won”, “Heavenly Home”, “The Real Deal” y “Still Someone”.

¿Recuerdas esas bandas que salpicaban decenas de escenas en Tremé, esos anónimos callejeros adornando la trastienda de los clubs y las esquinas? Si DJ Davis los escuchara…
 

26 enero 2016

DISCOS EN RESCATE: RICHARD HAWLEY "Hollow Meadows"


Publicación: Septiembre 2015

Sello: Parlophone Records

Lo confieso: había olvidado la grandeza y elegancia de este hombre. Lo había dejado a un lado tratando de encontrar cosas más curiosas, transgresoras o inauditas. Había cometido el error de ignorar a propósito la pureza del clasicismo y la sencillez. Cuando casi iba a pasar la última página de ese extraño libro que ha sido 2015, la venda se me cayó de los ojos y abracé este disco con la recobrada seguridad de que aquí habría algo legítimo, con la esperanza de encontrar un poco de belleza y solaz. Bingo. “Hollow Meadows” podría estar en los primeros lugares de mi ranking de mejores discos del año pasado en el caso de que yo hiciera listas de esas. Es hermoso, iluminado, intenso y redondo de principio a fin. Y me recuerda que estamos ante un compositor y cronista de talla XXL. Que no se me vuelva a olvidar.

Exquisitas: “I Still Want You”, “The World Looks Down”, “Serenade of Blue, “Long Time Down”, “Nothing Like a Friend”, “Welcome The Sun”, “What Love Means”.

17 enero 2016

RETROSPECTIVAS: THE VELVET UNDERGROUND & NICO "The Velvet Underground & Nico"

Joyas de los 60


Año de publicación: 1967

Sello: Verve Records

La secuencia es puramente casual: The Black Angels, Yo la Tengo, ahora The Velvet Underground. Además, el protagonista de la última retrospectiva fue Lou Reed. Es hora de volver a impulsar una sección un tanto abandonada en estos meses, y sobre todo, dar una portada a esas voces, bandas o discos tanta veces mentados como piezas indispensables de la Historia. Así pues, retomemos con un icono, musical, conceptual y visual. Todo el mundo conoce el plátano de Andy Warhol pero ¿qué hay detrás de él? Canciones crudas y áridas como un destierro. Porque hasta bajo las hechuras más delicadas (“Sunday Morning”, “Femme Fatale” o “I´ll Be Your Mirror”) se esconden descensos a los infiernos, esas postales de miseria humana pergeñadas por la pluma del amigo Lou. El universo de glamour warholiano se diluye al son de las sollozantes cuerdas de “Venus in Furs”, de la marcha funeraria de “All Tomorrow´s Parties”, del blues descarnado de “Run, Run, Run” o de esa oda angustiosa titulada “Heroin”. Fue una revolución en su época y con razón. Incluso casi cincuenta años después, su rescate asombra y casi duele.

12 enero 2016

REPORTAJES: DAVID BOWIE, LA DESPEDIDA SIN PALABRAS

Hace tiempo, bastante tiempo, yo tenía un borrador de un reportaje sobre David Bowie. Aquel borrador se quedó aparcado, guardado en la enorme lista de tareas pendientes que nunca fueron resueltas. Busco ese borrador y por aquí está, apenas un puñado de frases que hoy ya carecen de sentido. Un borrador que mando sin dudar a la papelera de reciclaje. El trabajo quedó inconcluso porque era muy difícil hablar sobre un artista como él. Porque faltaban palabras. Porque era tan grande que era indescriptible.
 
Ayer nos levantábamos con la triste noticia y entonces las palabras se esfumaron por completo. Solo hay música, versos, estribillos, resonando imponentes una y otra vez en la cabeza.
 
There´s a starman waiting in the sky”.

We can be heroes just for one day”.

Ground control to Major Tom”.

Sailors fighting in the dance hall”.

You´re face to face with the man who sold the world”. 

Scary monsters and super creeps”.

Turn and face the strange changes”.

And I will sing waiting for the gift of sound and vision”.

Ziggy played guitar”.

Y ya no sé qué más decir.

07 enero 2016

REPORTAJES: BIG DAY COMING. YO LA TENGO Y EL AUGE DEL INDIE ROCK

A veces nos sentimos propietarios de nuestras bandas favoritas; creemos saberlo todo sobre ellas, fieles entendedores y defensores de su música, de su rebeldía, de su temperamento. Pero no es así. Más allá de las notas, los surcos, las armonías y el deleite que ello nos produce hay miles de millones de historias, de verdades de verdad que desconocemos. Creí que conocía a Yo La Tengo. Es la banda que más veces he visto en directo, me sé todos sus discos, he escudriñado sus rarezas, me he fotografiado y he conversado con ellos. Y sí, conocía (y admiraba) muchas cosas, pero hay que leer un libro como este para darse cuenta de que ni el más fanático de los fans puede saberlo todo sobre nada.
 
Indie. Sí, esa palabra que tanto me gusta me ha estado persiguiendo a lo largo de toda esta lectura, con que ahora sé de dónde viene y cómo emplearla. Sus connotaciones son múltiples y no existe una sola medida posible; hay muchas escalas entre lo absolutamente independiente y lo independiente a conveniencia. Gracias por ilustrarme, Jesse Jarnow.

Big Day Coming” es otra de esas lecturas apasionantes que saben capturar el interés de un buen melómano. ¿Una biografía del trío? No exactamente. Es mucho más: una historia de constancia encuadrada en un marco espacio-temporal muy concreto, un verdadero estudio social, el perfil de un protagonista tozudo dentro de una inmensa vorágine territorial, artística y comercial. “Con insistente naturalidad fueron transformando sus carencias en genio; no hay cinismo en su actitud, tan solo espontaneidad y empeño, una potente alianza entre pureza y sofisticación” aporta Ignacio Juliá en el epílogo. No se puede dar más en el clavo.

Hace tiempo les dediqué un reportaje: Yo La Tengo lo tienen todo. Lo siguen teniendo muchos años después y lo saben. Por eso se permiten celebrar su treinta cumpleaños con un disco como “Stuff Like That There” (2015) tras los problemillas de salud de Ira. Cuesta creer que el ricitos de las camisetas de rayas esté envejeciendo, ¿no? Pero Yo La Tengo no se hizo en un día ni en dos. Escribe Jarnow: “Por rebeldía o accidente, Kaplan y Hubley se mantuvieron fuera de las tendencias de un underground que les habría deparado una mayor atención. Les gustaba demasiado el folk y los Kinks, y eran demasiado mayores para el hardcore; sus modales parecían excesivamente suaves para el post-punk y nacieron demasiado tarde para formar parte de la explosión inicial de bandas en Hoboken ocurrida a principios de los ochenta. Eran demasiado sencillos para ser new wave y demasiado modestos para ser estrellas de los videoclips”. Después de todos estos años, ¿alguien puede describir el puerto al que han llegado? ¿Alguien puede encuadrarlos en alguna corriente o tendencia, pegarles alguna etiqueta o código de barras? Quizá es que todavía se encuentran navegando. Sí, no me cabe duda de que el viaje aún no ha terminado. Ni de coña.

Me rindo: conocerlos al 100% es tarea bastante ilusoria. Basta con comprenderlos y aceptar su singularidad, imprevisibilidad, desafectación y sentido del humor (una nota mental con la que quizá estarían muy de acuerdo: tener sentido del humor no es tomarse las cosas a broma). Pero Yo La Tengo son lo que son gracias a múltiples jugadas del destino, a mucho trabajo y a una conjunción interminable de personas, cosas, estímulos y emplazamientos. Probablemente no serían lo que son sin el apoyo de la familia Kaplan y de la creativa familia Hubley, ni por haber sabido cruzar a tiempo el Hudson hacia Hoboken (para hacernos una ligera idea, y el libro ya lo apunta, Hoboken fue al rock en los ochenta lo que Brooklyn ha sido en los albores del siglo actual: nido de concentración de artistas, fecundo paraíso de ideas renovadoras). No serían lo que son sin la existencia de Maxwell´s, lugar privilegiado de arte y ensayo, segunda casa, timba de amigos, caja de fotogramas, escenario de las clásicas y recurrentes “ocho noches de Hannukah”. Yo la Tengo también son lo que son gracias a personajes como Steve Fallon, Byron Coley, Gerard Cosloy, Roger Moutenot, Kurt Wagner o Jad Fair, a publicaciones como The New Work Rocker, Conflict, Village Voice o Jersey Beat, a la guía gastronómica Roadfood o a formaciones como The Feelies, The Clean, Superchunk, The dB´s, Antietam, Mofungo o The Bongos. Son lo que son porque Matador Records apostó por ellos y porque la WFMU, loable bastión de la radio americana en formato libre, los acogió como huéspedes perpetuos. Y por supuesto, son lo que son gracias a la extraordinaria e ilimitada aportación de James McNew, que llegó más tarde pero justo a tiempo; decimoquinto bajista tras un anárquico desfile de bajos-guitarras que incluyó a Dave Rick, Dave Schramm, Mike Lewis, Stephan Wichnewski o Gene Holder.

Algunos grupos se meten de lleno en la máquina de sueños del éxito, y descubren un mundo demencial y magnético que, si se dejan, puede triturarlo todo, desde su música hasta sus mismas moléculas” decía un reportero de la cadena de televisión WNYW al respecto de la escena musical en Hoboken. No ha sido el caso de Yo La Tengo. Y sin embargo, son leyenda. La idea es que se puede llegar a ser una estrella sin vender el alma al diablo. O vendiéndola solo ocasionalmente a algún diablillo inofensivo por pura curiosidad o divertimento.

El siguiente capítulo puede que sean cuarenta minutos de improvisación ruidosa con un solo acorde. O una banda sonora para una serie de animación. O un cameo en un film de Noah Baumbach o un reality de food tracks. O la reaparición de Condo Fucks interpretando versiones disco pop. O un concierto benéfico de cinco horas donde solo suene una y otra vez el “it´s a motherfucker” de “Nuclear War”. O un nuevo disco doble o triple con percusionistas africanos y la Orquesta Sinfónica de Galicia. Es otras de las muchas bondades de Yo La Tengo: que no sabes lo que pasará mañana. Y me temo que ellos tampoco.

03 enero 2016

DESCUBRIENDO A... THE BLACK ANGELS


Los conocí gracias a la banda sonora de True Detective 1, los apunté en la agenda gracias al Rastreador, han estado más de un año en las profundidades del disco duro… Nunca es tarde si la dicha es tan buena.

Quiénes son: potentísima banda de Austin, Texas con grandes atractivos: chica batería, genial guitarrista zurdo, cantante de voz y personalidad arrolladoras y, sobre todo, un poderoso repertorio.

Qué hacen: rock psicodélico.

Álbumes: “Passover” (2006), “Directions to See a Ghost” (2008), “Phosphene Dream” (2010) y “Indigo Meadow” (2013).

Clásicos que te vendrán a la cabeza si los escuchas: 13th Floor Elevators, Led Zeppelin, The Doors, The Velvet Underground.

Una curiosidad: han actuado como banda de acompañamiento de Roky Erickson.

Difícil escoger entre tantos temas tremendos, pero citemos estos: “Young Men Dead”, “The First Vietnamese War”, “The Prodigal Sun”, “Empire”, “You in Color”, “Bad Vibrations”, “Phosphene Dream”, “Indigo Meadow”, “Don´t Play With Guns”, “Broken Soldier”, “You´re Mine”.