09 septiembre 2008

RETROSPECTIVAS

THE SMITHS. Singles.

Entre lo cortés y lo valiente.

Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de repetirlo: Morrissey no me cae nada bien. Es de esos tipos que se atragantan a base de espantadas, narcisismo recalcitrante y arrogancia sin mesura. Su personaje (o persona, ya no lo sé bien) ha llegado al límite de la rock star insoportable. Muchos siguen adorándolo como al dios que se cree ser, pero sus bromas de ilustradísimo gentleman inglés no hacen ni pizca de gracia, las manías que por ahí se cuentan son de lo más irritante y, por si fuera poco, sus últimas canciones tienen poco donde rascar. Hablemos ahora de Johnny Marr: el pobre lleva dando tumbos muchos años sin saber donde poner el huevo. Ni The The, ni Electronic ni The Healers enfocaron su carrera, y ahora se conforma con hacer las veces de secundario con los (permítanme la sinceridad) insufribles Modest Mouse.

Sin embargo, y como lo cortés no quita lo valiente, hay que reconocer que los dos juntos dieron forma a un proyecto único, The Smiths. Autores de muchas de las mejores canciones de los 80, y por qué no, de la historia de la música. En esta recopilación de 1995 se aglutinan todos sus grandes himnos, y su escucha relajada provoca el reconocimiento objetivo de lo enormes que fueron y del valor de un legado que no desluce con el tiempo, siendo un escaparate para aprendices de músico con intención no solo de divertirse, sino de reivindicar y trascender. Canciones con referentes a la literatura, a la vida cotidiana, a elementos de la actualidad, confrontaciones sentimentales y recuerdos: si, Morrissey es un gran escritor, un poeta urbano. Y hay pocos vocalistas que se le asemejen, que consigan entonar así, alargando o descomponiendo notas, en un estilo personal e intransferible. En la parte musical, todos los documentos hablan de Marr como el virtuoso, el artífice de que melodías como las de “This Charming Man” o “The Boy With the Thorn in His Side” sigan luciendo en insospechados ambientes, reconocibles al instante. Su valor como guitarrista es intocable, contra eso no hay nada que objetar.

Esta colección resume a la perfección el periodo vital de una banda en la que también militaron otros (Andy Rourke, Mike Joyce, Craig Gannon), pero que siempre estuvo sostenida por dos pilares de granito. Estas son quizá sus diez canciones perfectas e inolvidables:

1-How Soon Is Now?
2-Bigmouth Strikes Again
3-This Charming Man
4-That Joke Isn´t Funny Anymore
5-Hand in Glove
6-I Started Something I Couldn´t Finish
7-Panic
8-The Boy with the Thorn in His Side
9-What Difference Does It Make?
10-There Is a Light that Never Goes Out

En octubre se publicará un nuevo recordatorio bajo el nombre “Hang the DJ: The Very Best of The Smiths”, con más de lo mismo pero no mejor.

www.itsmorrisseyworld.com
www.jmarr.com
www.askmeaskmeaskme.com

07 septiembre 2008

DISCOS

SIGUR RÓS. Med Sud Í Eyrum Vid Spilum Endalaust.

El sol sale por el Ártico.

Estos islandeses son una auténtica anomalía. Proceden de un más allá lejano, su música jamás ha sido fácil y, sin embargo, sus adeptos se cuentan por millones y despiertan una expectación que aturde. Nada ha sido de la noche a la mañana, sino en lenta progresión. Este álbum anuncia ser el definitivo, el que hará que se hable de Sigur Rós en términos de banda masiva y trascendente. Incomprensible, si tenemos en cuenta lo difícil que es repercutir diciendo las cosas en otro idioma que no sea el inglés. Aunque ellos ya han empezado a utilizarlo (el inglés), no se sabe con qué intención.

Es difícil superar dos obras tan apabullantes y turbadoras como “Ágaetis Byrjun” (99) y “Takk..” (2005). Este disco ni siquiera las roza de canto, y saca a relucir una evidencia: que los Sigur Rós gélidos, introspectivos e iconoclastas de antaño han sido sustituidos por otros mucho más ligeros y fáciles de digerir. Los dos primeros cortes lo dejan claro: “Gobbledigook” y “Inní Mér Syngur Vitleysíngur” son dos cucharadas de jarabe pop que a ratos sabe a The Flaming Lips. Pero la alegría de vivir se queda ahí justamente; el resto no es muy festivo (aunque una de las canciones se llame “Festival”, pura casualidad). Algunas evidencian un claro acercamiento al folk, como “Gódan Daginn” o la esquelética “Illgresi”, toda una oda de trovador solitario en la que apenas hay instrumentos. Algunas descubren otros acercamientos menos gratos: “Vid Spilum Endalaust” lanza sobre la mesa dos cartas, en una pone Coldplay y en la otra Arcade Fire (no, no lo hagáis, no os parezcáis a otros). La llamada “Festival” es de lo mejor del disco en sus dos inmensos actos: el primero, lleno de mística, con la voz de eunuco de Jónsi licuando la sangre como de costumbre; el segundo, lleno de épica, con exaltación de bombos, guitarras y violines. Lo demás es un trámite que solo pellizca en momentos puntuales, como ese sugerente sonido de olas que enlaza “Straumnes” con “All Alright” o ese maremágnum de coros y orquesta que corona la ciertamente aburrida “Ára Bátur”.

Más sinfonía, menos ruido. Más tangibles, menos quísticos. Cantar en inglés. Dejar que las canciones acaben antes. El sol ha derretido los glaciares. Ya no hay hielo, solo escarcha. Pero siguen siendo irrepetibles, un espécimen raro, una mutación bizarra. No me gustaría perderme el espectáculo de las lunas, los confeti y los trajes de Armaggedon. Y por cierto, ¿la portada tiene algo que ver con “Los Idiotas” de Lars Von Triers?. Seguro que no soy la primera que se hace esta pregunta.

www.sigur-ros.co.uk
www.sigurros.com
www.heimafilm.com

AGENDA

RESURRECCIÓN: COSAS QUE HACER ESTE OTOÑO.

REM, a la tercera irá la vencida.

Llevaba mucho tiempo muerta, pero hoy ha resucitado. La agenda de eventos (y también sección de desfogue y desahogo) vuelve sin ánimo de periodicidad ni obligatoriedad, pero con ganas de rellenar este hueco. Murió (o entró en coma) porque era imposible abarcar el panorama. Ahora que el verano se ha acabado, las velas se han replegado y la cosa se ha serenado, es hora de echar un vistazo a lo que ocurrirá en los próximos meses. En lo que a novedades discográficas se refiere, vuelve la cuadrilla de Arizona: Calexico por un lado, Giant Sand por el otro, están a escasos días de lanzar nuevos materiales. Una gran, gran noticia.

Y hablando de Giant Sand, este año serán uno de los platos fuertes del Primavera Club (o más cariñosamente, el Otoño Sound). A los brillantes pensadores del evento no ha podido ocurrírseles mejor idea que celebrarlo también en Madrid esta vez. El Sol, Nasti y Joy Eslava serán los escenarios elegidos en la sede madrileña. Aparte de ello, que será en diciembre, este otoño recibiremos algunas visitas interesantes y para todos los gustos. En octubre: para los que no pueden vivir sin ellos y para los que (increíble, pero cierto) aún no los han visto, REM (en la foto); para los amantes de Neil Young y del buen rock al estilo yanqui, Built To Spill; para los fanáticos del movimiento errático y de los !!!, Foals; para científicos musicales, mods añejos y sibaritas nostálgicos, Paul Weller; para de todo un poco, dEUS. En noviembre: para soñar, meditar, llorar y levitar, Sigur Rós y Mercury Rev.

Este verano (obsérvese que digo verano y no vacaciones) ha sido un periplo de recensión mental. Ante la tentación de los tropecientos festivales, la opción fue la desconexión (con la excepción Summercase, por cuestiones ya sabidas) y la organización de un festival casero de lo más gratificante. En él estuvieron personajes de la talla de Mark Eitzel, Black Francis, Paul Weller, Michael Stipe, Mark Kozelek, Howe Gelb, Anton Newcombe, Jack White, Jason Pierce, Stephin Merritt, Lou Reed, Will Oldham, Ben Chasny, Joseph Arthur y un largo etcétera. Tocando a todas horas, a volumen razonable, sin calores, sin apreturas y gratis.

Y ahora es cuando llegan las vacaciones.

Foto:
www.bandlink.net