27 abril 2006

REPORTAJES

SONIC YOUTH: EQUIPO DE GALÁCTICOS.

Historia reciente a través de las imagénes.

Ruido. Un muro de granito que se cae en pedazos. Un cohete de la NASA que despega hacia el espacio. Un sueño recurrente que tiene banda sonora. Y ese sonsonete que acompaña siempre es una guitarra desgajada y caótica que se mueve en extrañas formas similares a la de la cadena del ADN. Sonic Youth. Un nombre propio que ha movido a varias generaciones, y que apunta hacia un futuro indefinido.

Corporate Ghost” (2004) es un fantástico DVD que recorre un pedazo de la historia de la banda en imágenes, desde “Goo” (90) hasta “Murray Street” (2002). Y también es una excusa perfecta para decir algo en voz alta sobre ellos.

Claros, coherentes, irónicos y salvajes. Un poco de todo. Espacios urbanos, salas de ensayo, glamurosos y esperpénticos decorados. La imagen evoluciona con el tiempo, desde las camisas de cuadros, pelos largos y efervescencia juvenil de la era del grunge hasta las faldas y la poesía surrealista de más adelante. “Dirty Boots”, “Cinderella´s Big Score” y “100 %” son muestras de lo primero, reflejando el devaneo de jóvenes que buscan su refugio fetiche en los bares y en la calle, encontrando en ellos solo problemas. “Little Trouble Girl” encarna lo segundo; la luz, el contraste, la ternura del pequeño extraterrestre que alucina dentro de la civilización que acaba de descubrir, las dos Kim (Gordon y Deal) es un mano a mano glorioso. Ésa es una de las muchas colaboraciones que hay en sus clips, casi siempre plagados de apariciones estelares. Como la de Kathleen Hanna, empeñada en molestarlos en un ataque espídico en “Bull in the Heather”; la de Chloe Sevigny, icono de una nueva forma de entender la moda en “Sugar Kane”; o unas caseras y pensativas Sleater-Kinney en “Nevermind (What Was in Anyway)”.

Y luego están los homenajes, como el rendido a la magnífica Joan Crawford en “Mildred Pierce”, o esa versión llena de lujo y etiqueta del precioso “Superstar” de los Carpenters, con la sorpresa que conlleva ver a Thurston y a Ranaldo dentro de negros y elegantes esmoquins.

No son actores. Eso está claro. Pero aunque su vigor interpretativo no sea de alta escuela, hay algo en su forma de moverse y mirar a cámara, que convierte la solemnidad en cierta burla maquiavélica. Y si no, basta con observar los movimientos de Kim Gordon en “Kool Thing”, o seguir la tierna historia de fugitivos huyendo en coche por las calles de ¿Las Vegas? que se narra en “Disappearer”. Muy sutiles, pero siempre queriendo decir algo. Y hasta su video más crítico, “Youth Against Fascism” tiene algo de cinismo, más que nada por la fatigante velocidad con que se superponen todos los símbolos del horror que ha parido la humanidad desde que el mundo es mundo.

Nunca antes la música estuvo tan unida a las imágenes. Y en algunos casos el cauce que lleva de lo uno a lo otro es realmente misterioso. O si no, ¿por qué “Hoarfrost” es inequívocamente equivalente a ver pasar los árboles nevados a través de un cristal empañado?. Así era escuchando. Y así es cuando miramos.

Y para no olvidarnos de su punto fuerte, “The Diamond Sea” recopila en formato multipantalla los momentos más gloriosos de sus directos, ésos en los que la melodía se confunde en caos, las guitarras se retuercen moribundas y el ruido se convierte en hipnosis. Galácticos.


www.sonicyouth.com


13 abril 2006

DISCOS

CALEXICO. Garden Ruin.

Manual de minimalismo.

Hay carátulas que animan a escuchar ciertos discos. Es lo que sucede con éste precisamente. Poesía en clave plástica. Calexico involucionan y se alejan del riesgo, la experimentación y los matices. Y “Garden Ruin” (2006) nace como un álbum desnudo, simple y primitivo. Es el fruto del aprendizaje; absorber como una esponja las enseñanzas indirectas de los compañeros de profesión (Wilco, Iron & Wine, Sufjan Stevens, Amparanoia). Demostración de humildad. Y aunque se echen de menos los paisajes polvorientos y los cambios de registro de aquel magnífico “Feast of Wire” (2003), tampoco sienta mal llegar a “Panic Open String” y descubrir su infantil fragilidad. O encontrarse bien avanzado el disco con una frontera invisible entre la chanson francesa y las raíces mejicanas (“Nom de Plume”). Y como la pureza es una de las virtudes del rock, “Letter to Bowie Knife”, “Deep Down” y “All Systems Red” muestran el poder ruidoso de Burns y Convertino, sutilmente guardado hasta la fecha. Es “All Systems Red” la canción que tiene la clave, la que invita a entrar de nuevo en el jardín. Un jardín malsano que es la casa en la que habito yo, el cuervo.

DISCOS

DOMINIQUE A. L´Horizon.

Oui, Monsieur.

“Lo bueno es intentar conseguir algo, más que conseguirlo. Porque en cuanto lo tienes es el fin de todo”. Alguien que piensa de este modo desde luego tonto no es. El genio de Nantes mira hacia el horizonte sabiendo quien es y donde está. Es un músico que no se deja manipular. Está en un lugar recóndito pero accesible. “L´Horizon” (2006) se viste nuevamente de la frugalidad de sus últimos conciertos y sesiones, abandonando la ornamentación del anterior “Tout Sera Comme Avant” (2004). Y se agradece ese Dominique elemental y cercano. De nuevo ha realizado otra magistral demostración de sensibilidad y poesía, creado tres canciones (“L´Horizon”, “Antaimoro” y “Rue de Marais”) capaces de subyugar el ego. Y el resto, como el grueso de su personal y profundo legado musical, es demasiado para describirlo con palabras. “Rouvrir”,“Music-Hall” y "Par L´Ouest" se nutren de la oscuridad tormentosa de “Remué” (99), mientras que “Dans un Camion”, “Retour au Quartier Lointain” y “La Pleureuse” rezuman el optimismo de “Auguri” (2001). “La Reléve” rememora los cromos de vodevil de “La Mémoire Neuve” (95). Y cuando ya no queda un ápice de aliento, “Adieu, Alma” se arriesga a superar todo lo anterior, poniendo un broche épico a un disco que vuelve a hacer daño de puro gusto. Como todos los demás, vaya novedad. Le premier. Le chef. Le plus grand.

05 abril 2006

DISCOS

PLACEBO. Meds.

Prolongación en caída libre.

¿Por qué Placebo ya no me dicen nada?. Pero aún así, ¿por qué vuelvo a escuchar “Come Home”, “Nancy Boy” y “36 Degrees” y se me siguen poniendo los pelos de punta?. La pérdida de revoluciones es un hecho contrastado, y la homogeneidad de ideas y melodías (por no decir que todo suena igual) también. Así que “Meds” (2006) no es más que otro pequeño desengaño, aunque no del todo traumático. Al menos hay canciones que me recuerdan a otras que me encantaban, y éso me dá un respiro: “Meds” y “Drag”, por ejemplo. Al menos “One of a Kind” suena fresca y me remueve. Al menos “Space Monkey” tiene un par de fragmentos claustrofóbicos interesantes (mejor prescindir del estribillo). Al menos hay una canción realmente buenísima, “In the Cold Light of the Morning”, pero es la menos Placebo de toda la historia Placebo. Al menos están por ahí Alison Mosshart y Michael Stipe, pero ¿dónde?; sus colaboraciones son rácanas y casi imperceptibles. “Meds” vuelve a enfrentarme a una realidad vigente: mi grado de interés por los grupos es inversamente proporcional a su repercusión mediática. Por suerte hay toneladas de música en el universo.

03 abril 2006

AGENDA

EL LUCRATIVO NEGOCIO DE LOS FESTIVALES.

A estas alturas, hablar de acontecimientos lleva irremediablemente a hablar de festivales veraniegos. Y es que nos espera otro estío calentito de música en directo y tiendas de campaña. La oferta vuelve a ser variada y para todo gusto. Pero es cierto que a veces, en el ánimo de abrir esa oferta para incrementar la demanda, se cometen excentricidades flagrantes y desconcertantes. Basta echar un vistazo al Santander Summer Festival, a celebrar en junio, y ver un cartel en el que Primal Scream, Editors o Stereo MCs conviven con nombres como Him o Black Eyed Peas. La estrategia está clarísima.

Sin embargo, hay festivales pequeños que, dejando a un lado el mayor o menor interés que puedan despertar, mantienen su filosofía y programación con encomiable criterio. Es el caso del extremeño Contempopránea, que no te debes perder si eres un “popi” enamorado de los grupos made in Spain. La Buena Vida, Sr. Chinarro, Humbert Humbert, Clovis, Sidonie y Second son invitados de honor este año. Y en el evento anual de homenajes, uno muy sentido a los Surfin´Bichos coincidiendo con su nuevo amanecer. ¿Pericia o casualidad?.

También hay festivales que se resisten a morir aunque estén condenados a ello de antemano. Ejemplo claro: Festimad. Después del catastrófico desenlace del año pasado, la fórmula cambia radicalmente, reduciéndose a dos días (27 y 28 de mayo) en La Cubierta de Leganés. Y eso de que sea gratuíto a algunos sigue sin cuadrarnos del todo. ¿Un festival subvencionado a estas alturas?. Y con Alice in Chains.

El FIB sí que sigue fiel a la teoría económica, y los Pixies se convierten en los nuevos bonos del Estado Morán. El cambio de fechas puede ser un hándicap, pero algo hace pensar en una jugosa curva ascendente de beneficios. Claro que el mercado tiene siempre la última palabra. Y la competencia también juega, y se llama Summercase. Massive Attack, Belle and Sebastian, Super Furry Animals, Sigur Ros, Happy Mondays y Primal Scream son algunos de los nombres confirmados para los días 14 y 15 de julio en Barcelona y Madrid.

En fin, que mientras se sigue cocinando el estofado y para alegrar la espera, podemos irnos a ver a The Buzzcocks o The Sisters of Mercy, que se dan una vuelta por nuestro país en abril con estas fechas:

BUZZCOCKS- 5 abril. Parque de Piles. Gijón.
6 abril. El Sol. Madrid
7 abril. Cormorán. Valencia.
8 abril. La Casa del Loco. Zaragoza.
9 abril. Apolo. Barcelona.

SISTERS OF MERCY- 7 abril. La Riviera. Madrid.
8 abril. Razzmatazz. Barcelona.

Por petición popular y para los más duros:

FEAR FACTORY - 23 abril. La Riviera. Madrid.
27 abril. Razzmatazz. Barcelona.

Y para los admiradores de los incombustibles y únicos Manta Ray, los lugares que les quedan por visitar:


- 6 de abril, Zaragoza- Lain Entralgo
- 7 de abril, Pamplona - Totem
- 8 de abril, Bilbao - Bilboko Kafe Antzokia
- 11 de abril, San Sebastián- Gasteszena
- 20 de abril, Madrid - Heineken Arena
- 21 de abril, Logroño- Concept
- 22 de abril, Barcelona - Bikini
- 27 de abril, Santiago de Compostela - Capitol
- 29 de abril, Mallorca - Teatre de Lloseta