20 septiembre 2018

CONCIERTOS: MERCURY REV

Madrid. Teatro Lara. 19 de septiembre de 2018.


Es innegable que “Deserter´s Songs” (98) ha sido un álbum capital en nuestras vidas. Sus delicadas canciones son como arias que jamás se van de la cabeza. En 2012 ya pudimos gozar del primer gran homenaje a este disco, que pasearon de principio a fin por los escenarios sin escatimar en pompa y vehemencia. La criatura cumple ahora 20 años, una excusa perfecta para volver a ella, y no porque no haya otros discos también loables en su carrera, sino porque aquel fue el trabajo clave en su devenir, nacido en un contexto nada halagüeño, el gran milagro de la expiación. Así nos lo narró anoche Jonathan Donahue, un improvisado pero excepcional preacher que encandiló a la audiencia con sus emotivas (a veces tristes, a veces divertidas) historias. Historias que resumen ese momento en que una banda se reencuentra a sí misma, renace de sus cenizas y comienza a atravesar con renovada dignidad todas las puertas y ventanas que se abren a su paso. Jonathan nos explicó al detalle por qué “Deserter´s Songs” es lo que es, y ahora todo cobra un indiscutible sentido. Y quizá por eso este álbum nos gusta todavía más que antes de ayer, si es que eso es posible. Un discurso lleno de sinceridad y también de evocación, pues el encantador de serpientes nos devolvió con sus sutiles pinceladas a aquellos años 90 en que muchos nos hacíamos mayores musicalmente hablando. Tampoco faltó la gratitud hacia aquellas bandas, personas, amigos que alentaron el ánimo y la inspiración en los momentos necesarios, como regalos caídos del cielo, y de ahí salieron las versiones “Here” y “Sea of Teeth” (de Pavement y Sparklehorse, respectivamente) o el esqueleto de “Delta Sun Bottleneck Stomp” (en alusión a los determinantes Chemical Brothers). 

Una ocasión tan íntima y solemne requiere un formato adecuado; y por ello anoche Mercury Rev se mostraron como nunca los habíamos conocido, una nueva dimensión acústica y virginal para enseñarnos el corazón que late debajo de la piel de estas canciones. Livianos pero no en cueros: una armónica en “Tonite It Shows” y “Hudson Line”, arco y sierra en “I Collect Coins”, una flauta travesera en “Endlessly”, una trompeta en “Holes”, bombo y amplificador en “Opus 40” y, por supuesto, los mágicos acordes eléctricos del gran Grasshopper, colorearon los esbozos de unos temas que en su forma embrionaria no pierden ni un gramo de esplendor. Un hipnótico y honesto recital, rematado con un afectuoso acercamiento a la audiencia. Estas son las cosas que acentúan la grandeza. Que justifican las miles de horas invertidas durante años en esta maravillosa banda.  


Setlist: “The Funny Bird”, “Tonite It Shows”, “I Collect Coins”, “Hudson Line”, “Endlessly”, “Here”, “Delta Sun Bottleneck Stomp”, “Sea of Teeth”, “Goddess on a Highway”, “Holes”, “Opus 40”, “The Dark Is Rising”.
 

03 septiembre 2018

CONCIERTOS: THE BLACK ANGELS

Madrid. Joy Eslava. 2 de septiembre de 2018.


Dicen los entendidos en el tema que los pioneros del rock psicodélico fueron 13th Floor Elevators. Allá por los lejanos sesenta, ellos establecieron unas pautas que los seguidores fieles del género han reproducido con rigor discipular. De Austin eran aquellos, de Austin son los ángeles negros. Casualidad o no, la banda de Christian Bland y Alex Maas ha adoptado ese guión prescrito de principio a fin, el abecedario estilístico completo de la A a la Z. Tanto en la puesta en escena (enormes impactos visuales y proyecciones no aptas para epilépticos) como en un sonido cebado a base de volumen y pedales (sí, pedales, ¡cuántos pedales por metro cuadrado!). Y puede que con su estrategia y su repertorio consigan lo que todo buen pastillazo psicodélico pretende: desarticular la percepción ordenada de los sentidos, creando esa impresión de no sé quién soy ni dónde estoy (y no me he tomado nada más que una cerveza, que conste). La elección de las canciones de esta gira contribuye a eso mismo, a la recidiva, la muletilla constante, la nana sombría meciéndote de izquierda a derecha, una y otra vez. Solo dos momentos quiebran notoriamente el registro: una es “Medicine”, chispeante y fluorescente; la otra es “Half Believing”, único momento en el que la estupenda voz de Alex Maas queda al descubierto, libre de grumos y reverbs. Cuando vemos a una banda en festivales siempre soñamos con paladearla en salas pequeñas. Lo que son las cosas, con ellos ocurre lo contrario: esa hipercondensación volumétrica y deleite óptico requiere espacio, mucho espacio, aire, mucho aire. Más que nada para no ensordecer o morir por sobrestimulación nerviosa. 

El repertorio: “Bad Vibrations”, “The Prodigal Sun”, “Molly Moves My Generation”, “I Dreamt”, “Better Off Alone”, “Haunting at 1300 McKinley”, “Medicine”, “The Return”, “Currency”, “Black Grease”, “Half Believing”, “You on The Run”, “Entrance Song”, “Comanche Moon”// “Science Killer”, “Bloodhounds on My Trail”, “Young Men Dead”.

Nota: Promotores, publicistas, etc., por favor, anuncien debidamente a los teloneros. Que no queden como platos inesperados o sorpresas de segunda. Que sepamos a quién o qué vamos a ver. Anoche fue Ron Gallo. En anteriores ocasiones fueron otros que murieron en el recuerdo sin nombre.