25 agosto 2015

DISCOS: VILLAGERS "Darling Arithmetic"


Publicación: Abril 2015

Sello: Domino Records

Le tengo cariño a Conor O´Brien y no sé por qué. Quizá porque es irlandés. Quizá porque “Becoming a Jackal” (2010) me enamoró. Quizá porque cuando le brilla la bombilla es capaz de firmar canciones asombrosas (¿recordáis “I Saw The Dead”, “The Pact”, “Pieces”, “The Bell” o “Passing a Message”?). Este “Darling Arithmetic” (2015) no es barroco ni fastuoso. Es simplemente un ligero y agradable disco de folk. Un disco para escuchar sin sustos ni emergencias. Un disco para escuchar en paz.

Muy bonitas: “Courage”, “Everything I Am Is Yours”, “Hot Scary Summer”, “The Soul Serene”, “Little Bigot”.

19 agosto 2015

DESCUBRIENDO A... STEVE GUNN


Quién es: currante compositor, fabuloso guitarrista y gran cantante cuando canta. Nacido en Pensylvania y afincado en Brooklyn.

Qué hace: blues, country, folk tradicional, folk psicodélico, neo folk.

Ha formado parte de: GHQ, The Gunn-Truscinski Duo y Kurt Vile & The Violators.

Ha colaborado con leyendas como Michael Chapman, Jack Rose, Mike Cooper o Tom Carter.

Grabaciones propias: “Steve Gunn” (2007), “Sundowner” (2008), “Boerum Palace” (2009), “Camel Throat” (2010), “Live at The Night Light” (2011), “Time Off” (2013) y “Way Out Weather” (2014).

Grabaciones compartidas: “End of the City” con Shawn David McMillen (2009), “Cantos de Lisboa” con Mike Cooper (2014), “Melodies for a Savage Fix” con Mike Gangloff (2014) y “Seasonal Hire” con The Black Twig Pickers (2015).

Dos álbumes para enmarcar: “Time Off” (2013) y “Way Out Weather” (2014); no hay palabras para describir prodigios como “Lurker”, “Street Keeper”, “New Decline”, “Old Strange”, “Trailways Ramble”, “Way Out Weather”, “Wildwood”, “Shadow Bros”, “Fiction”, “Drifter” o “Tommy´s Congo”.  

10 agosto 2015

REPORTAJES: MOGWAI: MUNDOS SUBTERRÁNEOS


El pasado 11 de julio volvió a suceder: volví a ver a Mogwai en directo y me volvieron a extasiar, a absorber, a abducir con su nave extraterrestre. Me dieron de comer “White Noise”, “Summer”, “I´m Jim Morrison, I´m Dead”, “Rano Pano”, “Mexican Grand Prix”, “Hunted by a Freak”, “Mogwai Fear Satan”, “Teenage Exorcists”, “Remurdered” y “Batcat”. Después volví a la Tierra y todo estaba como lo dejé.
 
Y me puse a hacer lo que hago siempre tras uno de estos viajes supraterrenales: dedicarles horas, días, semanas, orear sus viejas grabaciones. Esta vez he ido un paso más allá. He decidido escarbar, salirme de la carretera principal y perderme por los senderos. Mirar en los huecos y descubrir que estos chicos de Glasgow con tan poca pinta de estrellas de rock, estos tipos tan normales y corrientes que es imposible aprenderse sus caras y sus nombres (cuenta la leyenda que a veces son tomados por intrusos en algunos backstages), nunca tiran una canción a la basura. Hay toda una colección de EPs y grabaciones oblicuas que merece ser escuchada, secuencias de aquel lejano y omnipresente “Ten Rapid” (97). Y en esos discretos mini-packs puedes encontrar a Mogwai en su esencia, pero también a Mogwai en inusuales poses, aunque siempre manteniendo sus huellas dactilares intactas. O sea, que Mogwai no son solo el grupo “que mete mucho ruido”, el grupo “que todas las canciones me suenan igual”, el grupo “que no canta” o el grupo “heavy sofisticado” (Nota: basado en opiniones reales). Parece ser que estos muchachos, tras casi veinte años de duro y discreto trabajo (joder, cómo pasa el tiempo), son notablemente dinámicos y eclécticos. Algo sospechábamos ya. Tacita a tacita, disco a disco, uno puede ir teniendo claro lo que son capaces de abarcar. Eso sí, debes haber sido adepto desde el principio, por lo menos desde “Young Team” (97), haber seguido esa carrera en tiempo real y no en diferido, haber visto cómo te salen arrugas o se te cae el pelo al mismo tiempo que a ellos. Solo así podrás ser consciente de cómo Mogwai han formado parte de la mitad de tu vida, y de que hay formas de crecer y evolucionar sin causar estruendo ni molestar a los demás. Que es lo que han hecho los escoceses en estos años: convertirse en una banda versátil y mayúscula de manera elegante y silenciosa. Y así, en esas casi dos décadas de compañía hemos usado su música en los puntos más críticos: para llorar el desasosiego existencial y la pérdida de los amores queridos, para ahogar la ira, para alimentar la melancolía. Pues bien, ahora podemos usarlos para otro montón de cosas más, porque las ganas de bailar que transmiten temas como “Mexican Grand Prix”, “George Square Thatcher Death Party” o “Remurdered” eran impensables antaño.
 
Pues eso, su discografía oculta está repleta de creaciones y formatos singulares. Hay trabajos subterráneos que merece la pena elevar a la superficie. Seleccionemos algunos pues.
 
1)     A “Friend of the Night” (2006), quizá su mejor canción de todos los tiempos, había que tratarla con honores de single, una bonita portada y dos caras B del calibre de “Fresh Crown” y “1% of Monster”.
 
2)     El EP single “Batcat” (2008): aparte de su ciclópea canción estrella, convertida en popular cierre de sus conciertos, en él podemos encontrar la evocadora e impronunciable “Stupid Prick Gets Chased By The Police and Loses His Slut Girlfriend” y esa delicia llamada “Devil Rides” con la voz del ínclito Roky Erikson.
 
3)     Special Moves” (2010), ese álbum en vivo grabado en el Music Hall de Williamsburg, Brooklyn, en el que al fin (sí, ¡¡al fin!!) se les puede escuchar tocando la maravillosa “Cody”. Producto obligatorio en el catálogo para  inmortalizar un directo contundente y cerval.
 
4)     El magnífico EP “Earth Division” (2011), con espectaculares ramalazos sinfónicos, folk de armónica y guitarra acústica, descargas de electro-rock, y con canciones tan redondas como “Hound of Winter” y “Drunk and Crazy”.
 
5)     Las caras B de los singles de “Hardcore Will Never Die, But You Will” (2011): “Hasenheide” como brutal apéndice para la brutal “Rano Pano” y la colosal “Slight Domestic” replicando sin pudor a “Mexican Grand Prix”.
 
6)     La banda sonora de la serie francesa “Les Revenants” (2012-2013): una amalgama única de composiciones que confirma a los Mogwai más románticos (mucho piano, menos guitarras) y a la vez inquietantes.
 
7)     La primera parte del EP “Music Industry 3. Fitness Industry 1” (2014), inaugurada con “Teenage Exorcists”, pura joya post-punk con Stuart cantando de nuevo a voz descubierta. La segunda parte son remixes de temas de “Rave Tapes” (2014), aunque ya se sabe lo que opina servidora sobre el dudoso arte de descuartizar canciones.
  
8)     Como guinda, un audiovisual: “Adelia, I Want to Love”, ese mini-documental firmado por Vincent Moon y Teresa Eggers que acompañaba la edición especial de “The Hawk Is Howling” (2008). Preciosas imágenes y grandes reflexiones.
 
Pero si no os apetece complicaros mucho la vida, no sufráis: para el próximo otoño se anuncia la publicación de “Central Belters” (2015), recopilatorio conmemorativo de su vigésimo cumpleaños. Una colección que incluirá no solo los cortes imprescindibles de su legado habitual, sino también un buen fajo de experimentos y rarezas. Interesante conducto para solapar cielo y tierra, y rendir tributo a este inefable monstruito de cinco cabezas (seis si contamos a Luke Sutherland). Felicidades.
 

03 agosto 2015

CANCIONERO: ERIK SATIE "Premiére Gymnopédie: Lent et Doloreux"


Not only rock´n´roll. La música es universal en sus formas y medidas. La música te atrapa cuando menos te lo esperas. Músicas que no buscas te secuestran en el momento más inesperado. Oyes una melodía que te eriza los pelos, al rato la olvidas, un buen día vuelve a aparecer, y a desaparecer, y pasan los años y la melodía está en tu subconsciente aunque no logres recordarla. Y cuando al fin descubres quién es el autor y la encuadras en un contexto, esa música se convierte en parte de tu organismo. Ya la tienes en tus células, en tu cabeza, en tu corazón, apta para ser usada en cualquier momento. No sé en cuántos lugares y momentos habré escuchado esta pieza de Satie. Cafés alternativos, museos, ondas radiofónicas, escenas cinematográficas, consultas de teraupeutas o dentistas. Ahora que la he cazado, ahora que ya es mía, es el soundtrack que suena en mi cabeza cada vez que estoy triste. Hoy no estoy triste, pero no puedo negarme el placer infinito de escucharla una vez más.

Erik Satie compuso tres gymnopédies para piano, inspirándose en las danzas de la Antigua Grecia y tratando de desafiar las convenciones de la música clásica. Esta primera fue publicada en 1888 y ha sido recreada por artistas tan dispares como John Cage, Gary Numan o Daniel Varsano. También ha sido incluida como banda sonora de numerosos videojuegos, films y documentales, como el extraordinario “Man on Wire” (2008) de James Marsh