21 diciembre 2014

DISCOS: ROBYN HITCHCOCK "The Man Upstairs"


Publicación: Agosto 2014

Sello: Yep Roc Records

Ejemplo de músico vocacional consagrado a una profesión ejercida con diligencia y esmero, Robyn Hitchcock confirma en este disco que no solo sabe componer canciones con sabor perenne, sino también intimar con las creaciones de otros con suma delicadeza. Y así se nos ofrecen “The Ghost In You” (The Psychedelic Furs), “To Turn You On” (Roxy Music), “Don´t Look Down” (Grant Lee Phillips), “Ferries” (I Was a King) o “The Crystal Ship” (The Doors), límpidas, puras y mimadas. De entre las propias brillan “Trouble in Your Blood”, “Somebody To Break Your Heart” y “Comme Toujours”. Con tan solo unas suaves pinceladas de guitarra, cello, piano, armónica y esa voz tan especial. No le hace falta nada más.  

13 diciembre 2014

CONCIERTOS: OWEN PALLETT + FOXES IN FICTION

Madrid. TClub. 12-12-2014.


Últimamente utilizo mucho la palabra “genio”. Quizá a veces gratuitamente. O quizá porque es hora de escoger bien, de emplear el tiempo sabiamente, de vaciar la vida de basura y mediocridad. Pues bien, Owen Pallett es un genio. Sí, un genio inconmensurable. Pero para comprobarlo no basta con echar una audición a sus discos. No se trata solo de las canciones, sino de cómo se cimentan esas canciones. La genialidad del canadiense se destapa por completo sobre el escenario y es tan peculiar que aturde. Y lo mejor de todo: no es una genialidad vedada y elitista, sino una genialidad accesible y social. Así lo atestigua la extensísima retahíla de artistas que lo cuentan en sus créditos. Si hasta se puso una pajarita y se dio un paseo por la alfombra roja en la última edición de los Oscar, lugar en el que confesó “sentirse como un intruso”. Merecida y aplaudida (y sorprendente y curiosa) nominación aquella, compartida con su amigo Will Butler por la banda sonora de la mágica “Her” de Spike Jonze. Pero ese no es el lugar del amigo Pallett; su sitio está a pie de obra y no en los despachos. Y aquí se vuelve a confirmar que este extraterrestre no tiene inconveniente en compartir su genialidad con los mortales; por eso es capaz de acompañar a Foxes In Fiction, sus teloneros, apoyándolos con su violín en un segundo plano y sin robarles ni un milímetro de gloria.

A Owen todo se le da bien. Manejar el violín, el teclado, los pedales, expeler como los ángeles esos versos encriptados. A veces por partes, a veces todo a la vez. Domina el arco, el pizzicato, los agudos y el falsete. Pero también se le da bien montarse su propio atrezzo, enganchar clavijas y probar micros. ¿El extraterrestre es humano? Pues sí, señores, humano y encantador. La mayoría nos ponemos los zapatos para entrar en faena; él hace lo contrario y se los quita. Su actuación arranca y entonces fue cuando el público murió. De gusto, claro está. That´s When The Audience Died” y “The Arctic Circle” bastaron para volver a alucinar. Y digo “volver” porque aún recordamos vívidamente aquel concierto en el Forum de Barcelona en 2010, aquella exhibición, aquel auditorio en pie y aquella estremecedora ovación. Ya era hora de rememorarlo. Y aunque la primera impresión es la que queda, la segunda no está exenta de novedad, de emoción, de preguntas sin respuesta. ¿Cómo es posible? ¿Es real o es ficción? ¿Es de este planeta? Simplemente, es un genio. Un genio doblemente genial cuando lo ves en acción. Porque aunque esta vez llevara una sección de ritmo potente (batería completa y guitarra en bass mode) las canciones son él y él son las canciones. Esas preciosas obras de arte (¿medieval, barroco, moderno, futurista? ¿todo a la vez? Qué más da) construidas con precisión, pieza a pieza, llenas de detallitos (¿repensados? ¿improvisados? Qué más da) en un prodigioso alarde de coordinación, con las manos y los pies atados y bien atados a la cabeza (los pies, los pies, qué importantes son sus pies). Final Fantasy (el flechazo) apareció en los dos temas de inicio y en el cierre con la maravillosa “This Is The Dream of Win and Regine”. Heartland” (el compromiso) lo hizo con “Keep The Dog Quiet/Mount Alpentine”, “Tryst with Mephistopheles”, “Lewis Takes Action”, “Lewis Takes Off His Shirt” y “The Great Elsewhere”. In Conflict” (los votos) paseó elegante su protagonismo con “In Conflict”, “Soldiers Rock”, “Song for Five & Six”, “The Secret Seven” y unas “Infernal Fantasy” y “The Riverbed” que atracaron la velada de un aire casi trance. Y también hubo dos versiones, sui generis, desclasificadas, a su manera: “This Modern Love” de Bloc Party y “Pretty Good Year” de Tori Amos. ¿Es o no es un genio?

Un genio que, bendito sea, hasta se permite acercamientos y favores hacia su público. Como el que le hizo a ese locuelo que andaba detrás de mí, concediéndole “Lewis Takes Action” (que no estaba en el menú) como regalo de cumpleaños. Renuncié a  mi oportunidad de entrar en la ronda de preguntas y pedirle mi favorita (“E Is for Estranged”), y me fui sin escucharla. Maldición. Sin escucharla pero tarareándola hasta el amanecer: “Haven´t you heard? I am a flightless bird, I am a liar feeding facts to a false fire”. A los genios se les perdona todo. Aunque en este caso, nada hay que perdonar y demasiado que aplaudir. Otra exhibición más. Un espectáculo diamantino, hipnótico, celestial. En otra galaxia pero cerca de la Tierra.

08 diciembre 2014

REPORTAJES: MEMORIAS DE NEIL YOUNG: EL SUEÑO DE UN HIPPIE

Más vale quemado que apagado

No recuerdo cuántas reseñas van ya sobre Neil Young. Muchas. Decenas. De todo tipo. Discos. Películas. Conciertos. Reflexiones. Y ahora tengo entre manos el documento definitivo: su atípica autobiografía. O quizá una parte de ella, pues al superabuelo le ha gustado esto de escribir, lo repite incesantemente a lo largo de todo el libro, así que no descartemos una segunda parte o un poco de ficción. Y esto se le da bien. Casi tan bien como crear canciones superiores y azuzar las cuerdas de sus guitarras. Es un crack dándole a la tecla. Es crítico, profundo, aleatorio y divertido. Es recalcitrante y generoso. Estas memorias, escritas en su mayoría en el paréntesis entre “Le Noise” (2010) y su reencuentro con Crazy Horse (“Americana” y “Psychedelic Pill”, ambos de 2012), rezuman historia, autoanálisis, agradecimiento y sinceridad. Un libro fascinante para sus admiradores. Un libro recomendable para todo el mundo.

Historia: la de sus primeros pinitos en Fort William y el Yorkville de Toronto, la de su chocante incursión ilegal en los Estados Unidos, la de sus casas y territorios, la de sus locos medios de transporte (Mort, el coche fúnebre; Pocahontas, el estrafalario autobús tuneado; Black Queen, el Buick oficial de “Tonight´s The Night”; WN Ragland, la goleta que nunca llegó a recorrer el mundo), la de sus amplis y guitarras. La historia de sus enfermedades (polio, epilepsia, aneurismas) y manías compulsivas (coches, trenes, el medio ambiente, Lincvolt, PureTone). La de sus mejores héroes y amigos (nombres incontables) y la de su familia (familia de luchadores). La historia de su música, la historia de LA MÚSICA. Cómo y por qué nacieron ciertas canciones (“Leia”, “Old Man”, “Like a Hurricane”, “Words”, “Ohio”, “Cinnamon Girl”), ciertos discos (“Harvest”, “Trans”, “Prairie Wind”, “Le Noise”, “Zuma”, “Ragged Glory”) o ciertas películas (“Human Highway”, “Journey Through The Past”, las colaboraciones con Jonathan Demme). El viaje desde The Squires y The Mynah Birds hasta Neil Young, con transbordo en Buffalo Springfield, CSNY y Crazy Horse.

Autoanálisis: “Me llevé un buen chasco. Creí que era el elegido (…) Era ego puro y duro. Pensaba que todo tenía que ver conmigo. Craso error”. Neil no tiene piedad consigo mismo. Consciente de lo que ha hecho bien o mal, mostrando un valiente e hilarante poder de autocrítica y esa honrosa capacidad que solo dominan los viejos y los sabios: la de escribir sobre los  logros sin colgarse medallas y sobre las fechorías sin renegar de ellas. Todo forma parte de un mismo juego. “La vida es un bocata de mierda. Cómetelo o muérete de hambre” (David Briggs, productor). La vida de este hombre ha sido como una montaña rusa. El viaje aún no ha terminado, qué va. A sus casi 70 años, el jodido cabezota todavía no se quiere bajar. Y ahí sigue dándole al coco, barruntando, reuniendo a antiguos colegas, rescatando maquetas perdidas y recolectando archivos, empeñándose en usar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad del planeta y del ser humano. Don Erre que Erre. Suma y sigue. “Para mí, las canciones son producto de la experiencia y de una alineación cósmica de circunstancias. Es decir, quién eres y qué sientes en un momento determinado. He escrito muchas canciones. Algunas no valen nada. Algunas son geniales y otras pasables. Eso es lo que opina la gente. Para mí son como hijos. Nacen, crecen y luego se valen por sí mismas en el mundo. Buscarse la vida en el mundo no es fácil para una canción”.

Agradecimiento: Y es que este es, sobre todo, un libro de gratitud. Gratitud hacia todas esas personas que han acompañado al músico, al padre, al emprendedor, al loco soñador en su incansable periplo. Ni un reproche, ni una invectiva, ni una sola mala palabra. Buscar la perspectiva para encontrar lo mejor de cada ser o acontecimiento de toda una vida. Agradecimientos y alabanzas para Larry Johnson, David Briggs, Gary Burden o Elliot Roberts, para su Pegi, su Zeke, su Ben Young y su Amber, para las otras mujeres de su vida, para sus antepasados, para los músicos que se fueron (como David Whitten, Bruce Palmer, Ben Keith) o para los que siguen ahí (como Stephen Stills, David Crosby, Graham Nash, Poncho Sampedro, Billy Talbot). También gratitud para esa gente anónima en la sombra, la que cuida de él y de ellos, la que trabaja para él y para ellos. Incluso alguna que otra palabra de gracia para sus seguidores, los puros seguidores, los seguidores no impostados.

Sinceridad: Pero es que estas memorias van mucho más allá del típico compendio de relatos añejos. También recogen un nutrido muestrario de análisis y opiniones esbozados a corazón abierto. En sus páginas el abuelo confiesa sus grupos contemporáneos favoritos (Mumford & Sons, Wilco, My Morning Jacket, Givers, Foo Fighters, Sonic Youth, Pearl Jam) y su admiración por músicos universales como Bob Dylan o Bruce Springsteen. Se moja en temas relevantes: religión, drogas, biocombustibles, Spotify, el futuro de la industria musical. Explica, por si quedaba alguna duda, por qué no le gusta conceder entrevistas. Y revela su romántica y perentoria sumisión a la musa, siempre a merced de la musa.

Y así va relatando el sueño del hippie que siempre quiso ser desmontándolo en pedazos y volviéndolo a reconstruir. Moraleja: es muy fácil ser un hippie con los bolsillos llenos de dinero. Pero emplea ese dinero en algo que tenga sentido, para ti, para los tuyos, para la Humanidad, y el sueño seguirá quedando intacto. Bravo, Neil.

Me gusta vivir. No quiero morir hasta dentro de mucho porque todavía no estoy preparado (…) Hoy el viento sopla con fuerza y soy parte del mismo. Quiero aportar algo al mundo y, sobre todo, a partir de ahora quiero ser buena persona. No puedo cambiar el pasado. No miremos atrás”.

05 diciembre 2014

DISCOS EN RESCATE: BENOÎT PIOULARD "Hymnal"


Publicación: Marzo de 2013

Sello: Kranky Records

Universo paralelo el de Thomas Meluch. Pequeños retablos experimentales. Música hecha con corazón. El efímero momento, el anonimato, la frugalidad, la belleza en blanco y negro. “Hymnal” vuelve a enamorarnos de algo que no tiene medida, ni peso ni dimensión. Algo ingrávido e indefinido, pero increíblemente hermoso. Algo que solo sabe hacer él.

Pasajes especiales: “Hawkeye”, “Reliquary”, “Excave”, “Florid”, “Margin”, “Litiya”.

01 diciembre 2014

DESCUBRIENDO A... THE FAT WHITE FAMILY


Quiénes son: ingenioso y gamberrísimo sexteto del sur de Londres. Blancos sí, gordos no.

Qué hacen: un pisto sin etiqueta posible; punk, rock, psicodelia, country, garage y todo lo que quepa en su inmensa coctelera.

Publicaciones: el largo “Champagne Holocaust” (2013) y los singles “Touch The Leather” (2014) y “I Am Mark E. Smith” (2014).

Escuchándolos me vienen a la mente... Yo la Tengo, The Velvet Underground, The Fall, The Cramps, Daniel Johnston, Iggy & The Stooges, Jon Spencer.

Pelotazos: “Is It Raining In Your Mouth?”, “Without Consent”, “Cream of The Young”, “Wild American Prairie”, “Heaven on Earth”, “Bomb Disneyland”, “Garden of the Numb”, “Touch The Leather”.