RETROSPECTIVAS
Joyas de los 80.
Volamos a los singulares y excitantes ochenta para agasajar a una banda merecedora pero postergada. La historia de The Sound es otra de esas lastimosas historias de injusticia y negro destino. Una banda condenada en su época al ostracismo, a lavar los platos de los banquetes de otros. Sí, funcionaron junto a nombres que nos suenan mucho más, como Joy Division, Echo & The Bunnymen, The Psychedelic Furs o The Chameleons, formando parte del ilustre elenco de huéspedes del post-punk, dando vida a un sonido patentado al que muchos echan mano de vez en cuando y hoy por hoy, cuando las ideas escasean y todo se vuelve un poco más borroso.
La historia de The Sound es la historia de una banda navegando en la sombra. Y sin embargo este “Jeopardy” (80), su nada desdeñable debú, resucita la eterna pregunta sin respuesta: ¿por qué unos sí y otros no?. ¿Por qué unos bebieron las mieles y otros las vieron pasar de lejos?. ¿Qué tenía que envidiar este disco a otros muchos grabados entre 1979 y 1982?. Canciones como “I Can´t Escape Myself”, “Hour of Need”, “Jeopardy” o “Night Versus Day” muestran todos los deberes del post-punk perfectamente hechos: oscuridad, lamentos juveniles, reflexión, rabia contenida, sintetizadores, guitarras sucias, bajos llenos de dolor. Temas irresistibles como “Words Fail Me”, “Heyday” o “Unwritten Law” no hubieran pasado desapercibidos en manos de otros, y aún hoy seguiríamos mentándolos como símbolos hereditarios. Los analistas de turno no dirían “ha vuelto la era Joy Division” sino “ha vuelto la era The Sound”. Y no se escribirían novelas ni se harían películas sobre Ian Curtis, sino sobre la figura de Adrian Borland, otro outsider, otro enfermo incomprendido al que la vida también se le hizo un insalvable monte cuesta arriba. A cada cual lo suyo (el amor a Joy Division es incuestionable, que conste), y a The Sound lo que se merecen: un aplauso, un boca a boca, una oportunidad aunque sea tarde.
3 comentarios:
Grandioso post para un gran disco, para un gran grupo siempre en la sombra. The Sound tiene una discografía fantástica. Tuve la suerte de verlos en directo en sus buenos tiempos, y aquello dificílmente se olvida, te lo puedo asegurar. Saludos.
Dios, me encanta encontrar a alguien que los viera en directo en su día, cosa que los demás ya jamás podremos hacer (chaval, eres un elegido). Gracias por rubricar mis palabras, el grupo lo merece. Saludos!
Este disco no lo había escuchado antes,llego a él gracias a tí -como tantas otras veces-. Me ha encantado, gracias...
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