30 mayo 2011

CONCIERTOS

PRIMAVERA SOUND 2011

Introducción.

Terminó otra edición del Primavera Sound. Con pena pero también con alivio. Una edición que da para verter ríos y ríos de tinta. Este festival no es lo que era. Por supuesto no es lo que era hace años, cuando el Pueblo Español era el epicentro de actividades. Y por supuesto, no es lo que era cuando se mudaba al Parc del Fórum allá por 2005. Convertido en un monstruo de muchas cabezas y largos colmillos, la palabra “macro” empieza ya a quedarse corta. Su sobredimensionamiento lo ha convertido en un locura incómoda e inabarcable, una condena de peregrinajes eternos y luchas populosas inverosímiles. El miedo estaba justificado. La bola sigue y sigue girando y engordando. ¿Hasta cuándo?. ¿Hasta dónde?. ¿Tiene fin este ansia megalómana del más y más?. ¿Tiene sentido?.

Y como era de esperar (os lo dije, queridos testigos), ese invento de ideólogos suicidas llamado tarjeta-monedero fracasó. A mí me enseñaron que los experimentos hay que hacerlos con gaseosa, no con 50.000 personas sedientas y con ganas de aprovechar cada minuto de música. En estos tiempos que corren estamos cometiendo el grave error de consagrar nuestra existencia a las altas tecnologías. Pues bien, he aquí la perversidad de la tecnología en todo su esplendor: cuando menos lo esperas se ríe de ti, te abandona y te deja con el culo al aire y las manos vacías. Y por cierto, chapeau por el público del festival, soportando estoicamente las perras colas y la perra sed del jueves sin rechistar.

Está claro que esta no ha sido la mejor edición del Primavera Sound desde el punto de vista organizativo. Está claro que si quieres ver música en este festival debes olvidarte de comer, de beber, de mear, de tus dolores de pies, saberte muy bien los atajos y obstáculos, ser un maestro en tretas y escaramuzas. Y por supuesto, olvídate de ese grupo al que quieres ver de reojo (Sonny & The Sunsets el jueves, Half Japanese el viernes, Phosphorescent, Dean Wareham y Mogwai el sábado), porque no lo conseguirás. El Primavera Sound es la guerra y yo vengo con heridas serias. Aunque también con la satisfacción de haber vivido (en mejores o peores condiciones) grandes momentos de buena música. Momentos que serán comentados en los próximos días.

2 comentarios:

Fede Sánchez dijo...

YO LA VERDAD, EL JUEVES SALÍ BASTANTE QUEMADO Y DESPOTRICANDO, NO TAL VEZ POR EL FALLO INFORMÁTICO, QUE ESO PUEDE PASAR, SI NO POR LA FALTA DE INFORMACIÓN Y LA FRIALDAD DE UNA ORGANIZACIÓN PERFECTAMENE A LA ALTURA DE LA CIUDAD QUE LO ACOGE. PERO ESO, QUE SIGO OPINANDO QUE LOS FESTIVALES NO SON MÁS QUE UN MAL MENOR.
PERO BUENO, TAMBIÉN HAY QUE RECONOCER QUE LA COSA SE ARREGLÓ BANTANTE EL VIERNES Y SABADO Y QUE NO LE VAMOS A NEGAR QUE EN LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE, LOS ESCENARIOS Y EL SONIDO LA COSA ESTUVO BASTANTE DECENTE.
POR CIERTO ¿ESTUVISTE EN EL CONCIERTO DE DEERHUNTER?

Mary dijo...

Hey, Fede! Yo el jueves también despotriqué lo mío. No pude beber nada hasta la hora de Grinderman, y después de pelearme con un camarero cabeza de cholito que decía que no tenía cambio de 10 euros. Flipante. No he visto todo lo que quería ver, y algunas cosas las he visto en condiciones penosas. Pero he de reconocer que el sonido en todos los escenarios ha sido muy bueno. Y que he alucinado bastante con algunos conciertos, entre ellos el sublime y tremendo conciertazo de Deerhunter.

Mañana colgaré la crónica del jueves. Saludos, majo!