THE CAVE SINGERS. No Witch.
Tierra y fuego.
Para los que todavía no lo sepan (que deben ser pocos), The Cave Singers es el proyecto fundado en 2007 por Derek Fudesco, otrora bajista de los extintos Pretty Girls Make Graves. La formación de Seattle lanza en estas fechas su tercer disco, un “No Witch” (2011, Jagjaguwar) que, por si quedaban dudas, los confirma como distinguidos inquilinos en el Olimpo de la nueva americana. Una obra que sigue la estela temática de los anteriores “Invitation Songs” (2007) y “Welcome Joy” (2009) pero alcanza un peldaño más: en ella cortan más madera, rugen con más fuerza y hacen más callo.
Argumentar que este trabajo los convierte en intocables no es una barbaridad. Deslumbrante de principio a fin, recoge los frutos maduros de la tierra fértil, explotando en fragorosas llamaradas apenas arrancan cortes como “Black Leaf” o “No Prosecution If We Bail”. Un majestuoso tratado de country alternativo con radiaciones bluegrass, R&B o gospel. Incluso el pop más transparente se cuela entre las nubes de polvo para modelar maravillas como “Clever Creatures” y hasta Led Zeppelin asoman las narices en las inquietantes “Falls” y “Faze Wave”.
El método es bien simple a la par que efectivo: brillantes secuencias de guitarra sostienen las canciones como columnas vertebrales, unidas al resto de la materia por la inconfundible voz de fumador-recién-levantado de Pete Quirk. A partir de ahí todo es condimentar, y caramba, qué bien condimentan estos tipos. Con violines llenan de magia “Gifts and The Raft” y “Distant Sures”, con una sección de vientos dan un aire dixie a “Swim Club”, con tablas y cascabeles llenan de exótico humo “Outer Realms”, con una melódica calzan “Haller Lake” logrando el perfecto equilibrio, y con una armónica labran los campos vírgenes de “Haystacks”. En un ejercicio único de adaptación de la música de raíces al presente, The Cave Singers alcanzan con este impecable disco su particular El Dorado.
www.thecavesingers.com
Tierra y fuego.
Para los que todavía no lo sepan (que deben ser pocos), The Cave Singers es el proyecto fundado en 2007 por Derek Fudesco, otrora bajista de los extintos Pretty Girls Make Graves. La formación de Seattle lanza en estas fechas su tercer disco, un “No Witch” (2011, Jagjaguwar) que, por si quedaban dudas, los confirma como distinguidos inquilinos en el Olimpo de la nueva americana. Una obra que sigue la estela temática de los anteriores “Invitation Songs” (2007) y “Welcome Joy” (2009) pero alcanza un peldaño más: en ella cortan más madera, rugen con más fuerza y hacen más callo.
Argumentar que este trabajo los convierte en intocables no es una barbaridad. Deslumbrante de principio a fin, recoge los frutos maduros de la tierra fértil, explotando en fragorosas llamaradas apenas arrancan cortes como “Black Leaf” o “No Prosecution If We Bail”. Un majestuoso tratado de country alternativo con radiaciones bluegrass, R&B o gospel. Incluso el pop más transparente se cuela entre las nubes de polvo para modelar maravillas como “Clever Creatures” y hasta Led Zeppelin asoman las narices en las inquietantes “Falls” y “Faze Wave”.
El método es bien simple a la par que efectivo: brillantes secuencias de guitarra sostienen las canciones como columnas vertebrales, unidas al resto de la materia por la inconfundible voz de fumador-recién-levantado de Pete Quirk. A partir de ahí todo es condimentar, y caramba, qué bien condimentan estos tipos. Con violines llenan de magia “Gifts and The Raft” y “Distant Sures”, con una sección de vientos dan un aire dixie a “Swim Club”, con tablas y cascabeles llenan de exótico humo “Outer Realms”, con una melódica calzan “Haller Lake” logrando el perfecto equilibrio, y con una armónica labran los campos vírgenes de “Haystacks”. En un ejercicio único de adaptación de la música de raíces al presente, The Cave Singers alcanzan con este impecable disco su particular El Dorado.
www.thecavesingers.com
Léelo también en: MY FEET IN FLAMES