CAMERA OBSCURA. Albacete. Divino Club. 18-11-2006.
Un concierto internacional en Albacete es como la visita del Papa a Valencia, o como la del Real Madrid a Écija: un acontecimiento que, como mucho, solo se repite cada cincuenta años. Y claro, allá que van todos los rockers, grunges, popis, fashions y demás peña “alterna” de la urbe cuchillera (y alrededores), ungidos por el maestro de ceremonias Don Modesto, personaje ínclito donde los haya en la rácana movida albaceteña. El susodicho aprovecha la mínima para meter el pescuezo y telonear a Camera Obscura mola mazo, así que presentó su nuevo proyecto Colorado, del que poco puedo decir porque estuve inmersa en una conversación sobre Bob Dylan, Joni Mitchell y Barry Adamson mucho más interesante que sus ñoñadas pop.
Y en cuanto a los escoceses, se acaban de pasear por nuestro país presentando su nuevo disco, incluyendo en su gira un destino manchego contra todo pronóstico y por obra de no se sabe quién. Es de agradecer. Así que, aunque lo más interesante de esta banda sea su lugar de procedencia (Glasgow, ciudad lluviosa de tristes duendes), hay que darles la bienvenida, estar allí y verlo (para creerlo). Aunque lo visto deja mucho que desear y mata definitivamente las esperanzas de un futuro musical decente en esta ciudad sita en el epicentro de ninguna parte y desconocida para casi todos.
No sé lo que estos chicos hicieron los dos días anteriores en El Sol de Madrid, pero su indolencia sobre el escenario y el ocasional desinterés del respetable (irrespetuoso a veces) desembocaron en una sesión pírrica de canciones tocadas casi por obligación (a la insulsa Tracyanne parecía fastidiarle tener que tocar/cantar otra). El repertorio estuvo basado en el nuevo “Let´s Get Out of This Country”, y algunos temas tuvieron bastante gracia. En especial, “Lloyd, I´m Ready to Be Heartbroken” (dedicada a Lloyd Cole, según dicen), “If Looks Could Kill” y “Razzle Dazzle Rose”, todas en la recta final. Sin embargo, el “puedo, pero no quiero” de unos y el “me importa un bledo” de los otros llevó a una despedida acelerada en plan “que os den” con cero bises y un pensamiento mudo pero intuitivo: “let´s get out of this town”. De nada sirvió que algunos cachondos insistieran al grito pelado de “other, other”. Y es que hay plazas en las que es jodido torear. ¿O no?.
Un concierto internacional en Albacete es como la visita del Papa a Valencia, o como la del Real Madrid a Écija: un acontecimiento que, como mucho, solo se repite cada cincuenta años. Y claro, allá que van todos los rockers, grunges, popis, fashions y demás peña “alterna” de la urbe cuchillera (y alrededores), ungidos por el maestro de ceremonias Don Modesto, personaje ínclito donde los haya en la rácana movida albaceteña. El susodicho aprovecha la mínima para meter el pescuezo y telonear a Camera Obscura mola mazo, así que presentó su nuevo proyecto Colorado, del que poco puedo decir porque estuve inmersa en una conversación sobre Bob Dylan, Joni Mitchell y Barry Adamson mucho más interesante que sus ñoñadas pop.
Y en cuanto a los escoceses, se acaban de pasear por nuestro país presentando su nuevo disco, incluyendo en su gira un destino manchego contra todo pronóstico y por obra de no se sabe quién. Es de agradecer. Así que, aunque lo más interesante de esta banda sea su lugar de procedencia (Glasgow, ciudad lluviosa de tristes duendes), hay que darles la bienvenida, estar allí y verlo (para creerlo). Aunque lo visto deja mucho que desear y mata definitivamente las esperanzas de un futuro musical decente en esta ciudad sita en el epicentro de ninguna parte y desconocida para casi todos.
No sé lo que estos chicos hicieron los dos días anteriores en El Sol de Madrid, pero su indolencia sobre el escenario y el ocasional desinterés del respetable (irrespetuoso a veces) desembocaron en una sesión pírrica de canciones tocadas casi por obligación (a la insulsa Tracyanne parecía fastidiarle tener que tocar/cantar otra). El repertorio estuvo basado en el nuevo “Let´s Get Out of This Country”, y algunos temas tuvieron bastante gracia. En especial, “Lloyd, I´m Ready to Be Heartbroken” (dedicada a Lloyd Cole, según dicen), “If Looks Could Kill” y “Razzle Dazzle Rose”, todas en la recta final. Sin embargo, el “puedo, pero no quiero” de unos y el “me importa un bledo” de los otros llevó a una despedida acelerada en plan “que os den” con cero bises y un pensamiento mudo pero intuitivo: “let´s get out of this town”. De nada sirvió que algunos cachondos insistieran al grito pelado de “other, other”. Y es que hay plazas en las que es jodido torear. ¿O no?.
2 comentarios:
Que lamentable entrega musical es la que relatas. Pero en fin, no siempre el ambiente de los oyentes ni los ejecutantes se manifiestan propicios para un concierto digno de elogiar.
Ojalá los escoceses se reinvinden en algún momento o mejor abandonen el barco.
Saludos
Oscar
Madre mia!! Espero que el Modes no lea esto porque si no se va a coger una depresión de caballo cuando se entere que hubo gente a la que no le gustó su debut (ya que todos sus amigos le felicitaban como si hubiese dado un conciertazo, ¿amigos de verdad?).
Camera Obsbura moló, y eso que después de ver a "Colorado" pensaba que no me iban a gustar. Pero un poco antipáticos los guiris estos. A este paso no vamos a traer a más gente extranjera a Albacete
Besicoss, Chao.
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