DEVENDRA BANHART. Cripple Crow.
Pájaro loco.
Devendra está de moda. Las flores, los bordados y el pelo largo han vuelto. Reacción contra-progreso. El hombre que quería ser pájaro brinda una nueva ofrenda a su madre la naturaleza y demás ancestros de la estirpe. “Cripple Crow” (2005) no ha perdido la pureza primitiva de los anteriores, pero esta vez las canciones se adornan con nuevos abalorios en forma de coros, violines, cellos, banjos, pianos, flautas traveseras, tablas y sitares. El resultado: la comunión del folk con otros viejos amigos como el rock, el soul, el tango y la música espiritual. Y el alma nómada del artista se mueve entre los tiempos con la misma facilidad que transita los lugares donde hay algo que aprender o algo que respirar; acercándose cariñosamente a Crosby, Still & Nash (“Now That I Know”), a Caetano Veloso (“Pensando en ti”), a Jefferson Airplane (“Long Haired Child”), a George Harrison (“Lazy Butterfly”), a Bob Dylan (“I Feel Like a Child”, “Chinese Children”), a The Mamas & the Papas (“When They Come”, “Mama Wolf”), a Gardel (“Luna de Margarita”) o a Otis Redding (“Little Boys”). Una dádiva para sitios, ritos y personas. Una forma de agradecer la vida que fluye de las cosas que son inertes. Un abrazo gigante que trata de abarcarlo todo con esas poderosas alas de cuervo castigado.
Pájaro loco.
Devendra está de moda. Las flores, los bordados y el pelo largo han vuelto. Reacción contra-progreso. El hombre que quería ser pájaro brinda una nueva ofrenda a su madre la naturaleza y demás ancestros de la estirpe. “Cripple Crow” (2005) no ha perdido la pureza primitiva de los anteriores, pero esta vez las canciones se adornan con nuevos abalorios en forma de coros, violines, cellos, banjos, pianos, flautas traveseras, tablas y sitares. El resultado: la comunión del folk con otros viejos amigos como el rock, el soul, el tango y la música espiritual. Y el alma nómada del artista se mueve entre los tiempos con la misma facilidad que transita los lugares donde hay algo que aprender o algo que respirar; acercándose cariñosamente a Crosby, Still & Nash (“Now That I Know”), a Caetano Veloso (“Pensando en ti”), a Jefferson Airplane (“Long Haired Child”), a George Harrison (“Lazy Butterfly”), a Bob Dylan (“I Feel Like a Child”, “Chinese Children”), a The Mamas & the Papas (“When They Come”, “Mama Wolf”), a Gardel (“Luna de Margarita”) o a Otis Redding (“Little Boys”). Una dádiva para sitios, ritos y personas. Una forma de agradecer la vida que fluye de las cosas que son inertes. Un abrazo gigante que trata de abarcarlo todo con esas poderosas alas de cuervo castigado.
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