DIRTY THREE. Toward The Low Sun.
El caos es bello.
Por fin. Warren Ellis ha podido liberarse, al
menos temporalmente, del yugo imponente del todopoderoso amo Cave, y los tres
sucios nos regalan nuevo disco siete años después. En “Toward The Low Sun”
(2012) vuelven a la estrategia de antaño (poca cantidad pero muy intensa),
aquella que se saltaron con un “Cinder” (2005) que no escatimaba en
canciones, amplitud de sonidos y colaboraciones vocales. Aquí vuelve a reinar
el trío instrumental (guitarra, batería y violín eléctrico), con algún
inquilino adicional, como ese Hammond que se cuela en plan okupa en la
cuasi-psicodélica “Furnace Skies” o ese piano que eleva al cielo “Sometimes
I Forget You´ve Gone” (una canción de Dirty Three sin violín o
viola, esto es noticia) o la encantadora “Ashen Snow”. Y por supuesto,
aquí vuelve a palparse el caos, ese desmadre que los convierte en únicos, que
hace de sus complicadas composiciones un peligroso precipicio. Porque hace
falta entrenamiento para poder sumergir la cabeza en ese caos y lograr recomponerlo,
rastrearlo y sentirlo. Puedes intentar seguir las travesuras rítmicas de
baterista jazzy extremo de Jim White, pero entonces la guitarra de Mick
Turner traza otro camino, mientras el arco inmisericorde de Warren se
empeña en borrar las muescas del terreno. Incluso en los temas más ordenaditos,
como las estupendas “Moon On The Land”, “Rising Below” o “Rain
Song”, existe siempre un pequeño conato de subversión. Es un misterio cómo
lo hacen, pero lo hacen: crear una belleza transportadora a partir de patrones
que no existen, de piezas de rompecabezas diferentes que curiosamente encajan.
Unos auténticos maestros del folk, post-rock, jazz core o como demonios se
llame esta jodida y maravillosa música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario