M. WARD. A Wasteland Companion.
Un
genio en compañía de amigos.
Interesante el nuevo
trabajo de M. Ward. Interesante toda
su carrera de principio a fin. Interesantes sus afiliaciones con amigos. Porque
si de algo puede vanagloriarse el músico afincado en Portland es de tener un
puñado de amigos y admiradores que haría a cualquiera estallar de orgullo. En “A
Wasteland Companion” (2012) la
lista de colaboradores es colosal: Zooey
Deschanel (cómo no), Mike Mogis
(cómo no), Howe Gelb (por supuesto),
pero también John Parish, Steve Shelley, Toby Leaman (Dr. Dog), Tom
Hagerman (DeVotchKa), Adam Selzer (Norfolk & Western),
Rachel Cox (Oakley Hall) y un staff interminable. Como
interminable es el camino recorrido para lograr engranar este álbum, grabado en
un vagabundeo excitante por multitud de estudios. El resultado no se aleja
demasiado de las anteriores creaciones de Ward, porque M es M, y nunca habrá
otro igual. Ese sonido avejentado y poroso, esa voz corroída de sabio, esa
marcada influencia de los clásicos más clásicos, hacen de su música un pequeño
satélite en órbita dentro de una galaxia llena de agujeros negros. Aquí el
bueno de Matt se transfigura a cada instante en lo que le da la gana ser; un
elegante crooner en “Crawl After
You”, un rockero canalla en “Me and
My Shadow” y “Watch The Show”,
un héroe pop en “Primitive Girl”, un
vaquero nostálgico en “Clean Slate”
y “There´s a Key” o un asceta
iluminado en “Wild Goose”. Y por
supuesto, también un versionador astuto y picaruelo: dicen que “Sweetheart” es la de Daniel Johnston maqueada al estilo años
50 y yo digo que no hay duda; también dicen que “I Get Ideas” es una adaptación del “Adiós muchachos” de Gardel y yo digo que hay que echarle
imaginación. Sea lo que fuere, este geniecillo entrega otro disco soberbio y vuelve a volar muy alto, apuntándose
un nuevo tanto en su marcador particular. No tiene rival.