La electrónica es el camino.
Lo han vuelto a hacer. Vuelven a desmarcarse por la banda. “In Rainbows” (2007) dejó el listón demasiado alto. Sin desterrar la inquietud vanguardista, aquel disco sugería una accesibilidad inédita durante años. Era un disco que jugaba con los sentidos hasta atraparlos en una red de complicidad. Fue la gran esperanza, la renovación de un amor rebajado con el tiempo a simple cariño. ¿Esperábamos algo similar?. No, no se puede esperar nada de Thom Yorke y los suyos, no hay reglas de comportamiento. Su expansión y autonomía creativa aún no han tocado techo. Desafiar las leyes del mainstream, de la industria y del universo se ha convertido en su cruzada particular, y a ella encomiendan su espíritu.
“The King of Limbs” (2011), al igual que su antecesor, vuelve a estrenarse evitando los habituales cauces comerciales. Eso sí, esta vez con un precio mínimo de salida. Un álbum que demanda paciencia e indulgencia. No es sencillo de digerir. Por momentos se aproxima más a aquel “The Eraser” (2006) en el que Yorke dejaba correr su vena electrónica más salvaje. Se trata de un paso más allá de la revolución perpetrada por “Kid A” (2000) o “Amnesiac” (2001), con la fuerte presencia de influencias dubstep o ambient house. La producción vuelve a quedar en manos del de siempre: Nigel Godrich.
Aunque no estemos ante un disco cómodo, aunque su primera parte abrume con una intensidad maniaca y metódica, con el paso de los minutos se balsamiza, simplificándose y aligerando la carga atmosférica inicial. Y uno puede acabar prendido de los hilos de “Bloom” o “Lotus Flower” pese a ser tan complejas. Sucumbir a las infecciosas líneas de bajo de “Morning Mr. Magpie” y “Separator” también es solo cuestión de tiempo. Más difícil es mantener el tipo frente a una droga tan dura como “Feral”. “Little By Little” y “Codex” saben como la herencia que dejaron los penúltimos Radiohead, los de “In Rainbows”. En “Give Up The Ghost”, con sampleado inicial de pájaros y árboles, la guitarra acústica sobresale por encima de lo demás. Y quizá sea ésta la canción que tiene la clave: digitalizarse no es deshumanizarse. “The King of Limbs” deja claro que la electrónica es el camino, pero que aún no se ha perdido el duende del pasado.
2 comentarios:
Desde hace mucho leo el blog, pero lo que has escrito del Kings of limbs; me parece la valoración más cercana (porque siempre he creído que no hay alguna exacta para todo álbum), que se ha llegado a expresar sobre esta obra. Muy buena tu perspectiva.
Saludos.
Muchas gracias, Fre. Por tu opinión y por leer el blog. Siempre es grato saber que alguien te lee, anima a seguir adelante cuando una tiene sus dudas. Saludos y siempre bienvenido.
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