DISCOS
THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION. Dirty Shirt Rock´n´Roll: The First Ten Years.
Rock desde las vísceras.
Pelín atrás en el tiempo queda ya la publicación de “Dirty Shirt Rock´n´Roll: The First Ten Years” (2010), álbum recopilatorio que sirve como excusa perfecta para recordar el blues grasiento y físico de The Jon Spencer Blues Explosion. Publicado en marzo, pero aterrizando en nuestros brazos justo ahora, este disco marca un hito histórico en Curtains: la primera revisión sobre un disco de grandes éxitos. Y es que los discos recopilatorios a menudo huelen a mercadotecnia. Sin embargo, no obviaremos su utilidad como catálogo de primer contacto para principiantes o centrado resumen para revisores.
En un momento en el que la banda que elevó a su frontman a la categoría de bestia entre las bestias del rock parece encontrarse en barbecho, esta recopilación revive su década prodigiosa. Prácticamente su entera vida; solo queda al margen aquel “Damage” (2004) que despistó con la firma de The Blues Explosion a secas. Un fiel testimonio de la contundencia de un trío que copirratizó el casi malévolo redireccionamiento del blues hacia garajes mugrosos, tachuelas, escaras y alcohol de quemar. Tachados por los puristas de clowns irrespetuosos con la música del delta, Jon Spencer, Judah Bauer y Russell Simins nunca fueron del todo comprendidos, pese a sus alianzas ocasionales con grandes del género de mirada abierta (R.L. Burnside por ejemplo). Y es que su música no es solo blues. Sí, Muddy Waters está presente, pero también lo están Elvis Presley, X, The New York Dolls, The Rolling Stones, The Cramps o Funkadelic.
Y aquí se mezclan todas juntas aquellas canciones que los convirtieron en referente (amado u odiado) en los noventa. Sin cronología y sin pauta. La audición de los 22 cortes del tirón vuelve a causar el efecto voraz y febril que despertaban sus discos o sus directos en otros días. Atracón de guitarras polisaturadas, bramidos, ritmos salvajes, virajes esquizofrénicos: la savia del rock´n´roll. No faltan los riffs potentes y adictivos de “Chicken Dog” y “Wail”, las cadencias funky de “Buscemi”, “Let Me Alone So I Can Rock Again”, “Afro”, “Flavour” o “Fuck Shit Up” (ésta en su más orgánica versión en vivo), la suite ratonera “Bellbottoms”, la supersexy “Talk About The Blues”, el desquiciado punk de “History of Sex” o “Water Main”, el impresionismo rock de los instrumentales “Train #2” o “Greyhound” ni el hipotético purismo del blues en “Love Ain´t On The Run” o “Shake ´Em On Down”. Y por supuesto, tampoco falta el perfil sosegado de “Magical Colours” y la accesible “She Said”.
Ahora Jon Spencer se divierte junto a Matt Verta-Ray con un proyecto más ambiguo, aunque no exento de referencias blueseras: Heavy Trash. Mientras tanto, en este disco queda ejecutada la sentencia que una vez lo juzgó como rockero rompedor, escultor de sonidos y creador visceral: culpable.
www.thejonspencerbluesexplosion.com
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