14 noviembre 2010

CONCIERTOS

MARCUS DOO & THE SECRET FAMILY. Toledo. Pícaro. 12-11-2010.

Naciones unidas.

Toledo se mueve. ¿Ilusión o milagro?. Y nosotros nos movemos con ella. Marcus Doo & The Secret Family no es una banda al uso. Se trata de una agrupación de músicos de muy diversas nacionalidades, con cuartel general en Madrid y con un repertorio neonato pero de quitar el hipo. Los escoceses Marcus Doo (voz, guitarras, armónica) y David Sergeant (guitarras), la madrileña Rocío León (voz, guitarra), el norteamericano Greg Gobel (bajo) y el francés Fabrice Gamon (percusión) conforman un homenaje a las Naciones Unidas, una oda al entendimiento sin fronteras. Es lo que tiene la música. Son como cazadores de mariposas, tratando de atrapar lo mejor del ruido y del silencio. Amigos del pop y las músicas populares, pero también de las eléctricas punzantes, del embrujo de la distorsión. Así, sus curradas piezas pueden tanto evocar a Elliott Smith en un momento dado, como a The Carter Family en otro momento posterior, sin olvidarnos de Mogwai en los postres. Aunque a quien más pueden llegar a recordar es al grupo al que precisamente teloneaban en su última visita a España: The Swell Season. Chico con acústica peleona, candorosa chica de dulce voz, buenas melodías, canciones que suben y estallan, bajan y respiran. Un modesto clon que apunta maneras. En su haber ya tienen el reconocimiento como co-ganadores del Proyecto Demo 2010.

Acaban de publicar su primer trabajo, “The Magpie Returned The Ring” (2010), estupenda colección bautizada con éxito en la sala Pícaro. Concierto impoluto (el sonido no tanto) para escasos afortunados. Las bellísimas “1919” y “Remind Me” emocionaron con sus explosiones a dos voces. Muy divertido resultó su descarado acercamiento al country con “Made to Measure”. El silencio absoluto tapizó la sala en la interpretación de “El Principio”, mezcla de nana celta y fado con la voz de Rocío multiplicada por efecto de pedal manipulado a mano. Con la brutal “Solipsism” quedó claro que no hacen ascos al rock más oscuro. Para el final dejaron la magistral “Fallen Angel”, momento electricidad shoegazing y armónica de toma pan y moja. También hubo hueco para mini-recital poético de Marcus en paupérrimo castellano y oportuno homenaje al malogrado Mark Linkous (Sparklehorse) en forma de versión.

A veces no hay que irse muy lejos o esperar que los demás vengan de lejos para poder sucumbir al encanto de la música. Aquí, bien cerca, a nuestro alrededor, los jóvenes buscan su alimento, lo engullen y lo digieren. Y crecen, se hacen mayores, preparados para ofrecer al mundo lo que el mundo, o parte de él, de verdad espera. En resumen, que en casa también hay donde picar.

www.myspace.com/marcusdoo

Léelo también en: myfeetinflames.wordpress.com

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