EL COLUMPIO ASESINO. De Mi Sangre a Tus Cuchillas.
De columpio nada, de asesino mucho.
Aunque el disco lleva ya algunos meses rulando y ellos ídem por los escenarios de medio país, se merecen un homenaje. Atrás quedaron las novatadas y el Proyecto Demo conquistado por goleada. El columpio ya es mayor. “De Mi Sangre a Tus Cuchillas” (2006) es su puesta en la órbita de los que tienen más pelotas que nadie. Y pese a que el nombre no les ayuda nada, su música (palabra maldita: eclecticismo) y su actitud (punky hasta el galillo) los convierte en rara avis de la fauna autóctona. Flashes de Bauhaus (“Edad Legal”), Pixies (“El Regreso del Evangelista”), Alaska y los Pegamoides (“Lucas 44-48”), Slowdive (“No Llores Más”) y The Velvet Underground (“Pacífico”) con fino ungüento de electrónica febril. Sus letras irreverentes y/o tórridas completan un juego de malabares ultrasónicos en el que todo se confunde. Y los títulos de algunas canciones revientan la boca con solo pronunciarlos (“La Perra del Hortelano”, “Sintetizadores sobre Motos y Guitarras”). Sin método, sin ley y sin pudor. Pero con un par.
De columpio nada, de asesino mucho.
Aunque el disco lleva ya algunos meses rulando y ellos ídem por los escenarios de medio país, se merecen un homenaje. Atrás quedaron las novatadas y el Proyecto Demo conquistado por goleada. El columpio ya es mayor. “De Mi Sangre a Tus Cuchillas” (2006) es su puesta en la órbita de los que tienen más pelotas que nadie. Y pese a que el nombre no les ayuda nada, su música (palabra maldita: eclecticismo) y su actitud (punky hasta el galillo) los convierte en rara avis de la fauna autóctona. Flashes de Bauhaus (“Edad Legal”), Pixies (“El Regreso del Evangelista”), Alaska y los Pegamoides (“Lucas 44-48”), Slowdive (“No Llores Más”) y The Velvet Underground (“Pacífico”) con fino ungüento de electrónica febril. Sus letras irreverentes y/o tórridas completan un juego de malabares ultrasónicos en el que todo se confunde. Y los títulos de algunas canciones revientan la boca con solo pronunciarlos (“La Perra del Hortelano”, “Sintetizadores sobre Motos y Guitarras”). Sin método, sin ley y sin pudor. Pero con un par.
No hay comentarios:
Publicar un comentario