HUMBERT HUMBERT. Short Panic.
Delirium tremens.
Qué bien… Al fin otro grupo nacional al que dar cancha (¿cuál fue el último?, ¿Atom Rhumba?...). Es cuestión de alegrarse. Porque aunque la música no entienda de banderas, la mayoría de conciertos que hay al lado de casa son de bandas patrias. Los madrileños se desmarcan del soso-pop y ñoño-pop que abunda dentro de nuestras fronteras, y firman un álbum loco y revolucionario que tiene algo de Talking Heads, de Kiss, de Gang of Four, de Devo, de Aviador Dro, de T-Rex y de las Chicks on Speed. ¿Electro-punk?. Bueno, aceptamos electro-punk como etiqueta al uso.
“Short Panic” (2005) sin embargo es algo irregular, porque los momentos más impactantes se aglutinan en los cuatro primeros cortes. Los ritmos espasmódicos de “Down-Off” y “Can´t Tell the Difference”, el ajetreo punky de “Medical Research” (con ese estribillo irresistible) y la chispeante “Soul Weasel”. A partir de ahí todo parece más lineal aunque también más bruto, hasta llegar a “Hit on You”, otro acierto simple que viene a recordar el “Sexy Boy” de Air en cuanto arranca.
Bases y teclados, guitarras sucias y un agudo vocal crónico que no es el de Prince, ni el de Angus Young, ni el de Axel Rose, sino el de un tipo bien majo llamado Paco Alcázar. Una mezcla trivial y excitante, que los ha puesto de moda. Por algo será.
Delirium tremens.
Qué bien… Al fin otro grupo nacional al que dar cancha (¿cuál fue el último?, ¿Atom Rhumba?...). Es cuestión de alegrarse. Porque aunque la música no entienda de banderas, la mayoría de conciertos que hay al lado de casa son de bandas patrias. Los madrileños se desmarcan del soso-pop y ñoño-pop que abunda dentro de nuestras fronteras, y firman un álbum loco y revolucionario que tiene algo de Talking Heads, de Kiss, de Gang of Four, de Devo, de Aviador Dro, de T-Rex y de las Chicks on Speed. ¿Electro-punk?. Bueno, aceptamos electro-punk como etiqueta al uso.
“Short Panic” (2005) sin embargo es algo irregular, porque los momentos más impactantes se aglutinan en los cuatro primeros cortes. Los ritmos espasmódicos de “Down-Off” y “Can´t Tell the Difference”, el ajetreo punky de “Medical Research” (con ese estribillo irresistible) y la chispeante “Soul Weasel”. A partir de ahí todo parece más lineal aunque también más bruto, hasta llegar a “Hit on You”, otro acierto simple que viene a recordar el “Sexy Boy” de Air en cuanto arranca.
Bases y teclados, guitarras sucias y un agudo vocal crónico que no es el de Prince, ni el de Angus Young, ni el de Axel Rose, sino el de un tipo bien majo llamado Paco Alcázar. Una mezcla trivial y excitante, que los ha puesto de moda. Por algo será.
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