29 julio 2013

REPORTAJES: J.J.CALE

Brillo en la sombra

Los reportajes obituarios no es que sean apetecibles, pero sí que son a veces necesarios. Porque hay músicos a los que hay que dar el último adiós. Yo le digo adiós a J.J.Cale con todos mis respetos. Hace un tiempo nos hacíamos eco desde aquí de su hermoso “Naturally” (71). Y han sido muchos discos más, muchas canciones prestadas sin atisbo de egoísmo a otros. Eric Clapton se hizo de oro con varias composiciones suyas. Y no sería el único. Cale prefería ser un figurante, un genio camuflado. Pasaba de la fama, de sus fastos y mentiras. No solo era un músico genial, era un jodido sabio. Y como tal dejó que su vida circulara, al rebufo de los que lo hacían grande sin él quererlo. Músicos como él hay pocos. Y los pocos que hay se van marchando sin hacer ruido pero dejando huella. Llegará un día en que no quede ninguno, y entonces el mundo podrá acabarse por lo que a mí respecta. Claro que siempre quedarán los recuerdos, las enseñanzas y el legado que nos dejaron. Con J.J. Cale se va otro eslabón de la cadena de la música popular. Otra pérdida que, junto a las recientes de Richie Havens, Georges Moustaki o Ray Manzarek, demuestran el agotamiento natural de una de las mejores generaciones de músicos de todos los tiempos. Y no nos engañemos, tanta genialidad no se repetirá. Porque como dijo alguien en alguna parte “la música se acabó hace tiempo; ahora lo único que podemos hacer es copiar intentando que se note lo menos posible”.
 

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