16 marzo 2013

REPORTAJES

STEVE EARLE: EL MÚSICO ESCRITOR

No saldré vivo de este mundo

Steve Earle es todo un personaje. Una bendición para la música, eminente icono de botas altas y sombrero vaquero, mensajero de lengua suelta y cataplines bien puestos, ex convicto con un antes y un después, y padre de un hijo bautizado como Townes en honor a su ilustrísimo mentor (Townes Van Zandt). Virginiano de nacimiento y tejano de adopción, su universo musical muestra una forma de vida y pensamiento, recreando ese imaginario común de polvo de carretera removido por ruedas inquietas, de whisky inundando los gaznates desesperados. Es autor de cosas tan admirables como “Guitar Town” (86), “Train A-Comin´” (95), “I Feel Alright” (96), “Trascendental Blues” (2000) o “Jerusalem” (2002), miríada de álbumes con un abrasador sabor americano.
 
Pero el señor Earle no es solo un músico, también le da a la pluma y a la tecla. El año pasado se publicaba en nuestro país su último libro, formato novela, bajo el título “No saldré vivo de este mundo”. Quizá no sea la mayor obra literaria de la historia, quizá no aporte nada original a lo que ya sabemos sobre los guettos de América, y quizá sus personajes (Doc, Graciela, Teresa, Dallas, Manny…) no sean los más interesantes y ejemplares del lugar. Pero hay que reconocer que Earle sabe crear ambiente, que ese submundo llamado South Presa existe y él lo conoce. ¿Y el fantasma?. Ese es el quid de la cuestión y el mayor emblema de este libro: un personaje que vale la obra entera, ese fantasma pelotudo y desamparado que no es otro que el mismísimo Hank Williams, reacio a instalarse en el más allá, sufriendo post mortem como un perro desterrado y echando de menos a los mortales. Un beso entre la ficción y la no ficción al son de “I´m So Lonesome I Could Cry”. 

2 comentarios:

Nikochan dijo...

Tengo ganas de leer este libro, me parece muy interesante.. así como el próximo disco del señor Earle. Lo poco que he escuchado de lo nuevo me parece buenísimo. Saludos

Rastreador dijo...

Estoy deseando que me vengan a visitar para que me traigan este libro, Mary. Lo tengo en el punto de mira desde hace tiempo. Con tu reseña tengo aún más ganas de tenerlo entre mis manos. Grande Mr. Earle, sí señor. Saludos desde el norte...