STEVE EARLE: EL MÚSICO ESCRITOR
No
saldré vivo de este mundo
Steve
Earle es todo un personaje. Una bendición para la música,
eminente icono de botas altas y sombrero vaquero, mensajero de lengua suelta y
cataplines bien puestos, ex convicto con un antes y un después, y padre de un
hijo bautizado como Townes en honor a su ilustrísimo mentor (Townes Van
Zandt). Virginiano de nacimiento y tejano de adopción, su universo musical
muestra una forma de vida y pensamiento, recreando ese imaginario común de polvo
de carretera removido por ruedas inquietas, de whisky inundando los gaznates
desesperados. Es autor de cosas tan admirables como “Guitar Town” (86),
“Train A-Comin´” (95), “I Feel Alright” (96), “Trascendental
Blues” (2000) o “Jerusalem” (2002), miríada de álbumes con un
abrasador sabor americano.
Pero el señor Earle no es solo un músico, también le
da a la pluma y a la tecla. El año pasado se publicaba en nuestro país su
último libro, formato novela, bajo el título “No saldré vivo de este mundo”.
Quizá no sea la mayor obra literaria de la historia, quizá no aporte nada
original a lo que ya sabemos sobre los guettos de América, y quizá sus
personajes (Doc, Graciela, Teresa, Dallas, Manny…) no sean los más interesantes
y ejemplares del lugar. Pero hay que reconocer que Earle sabe crear ambiente,
que ese submundo llamado South Presa existe y él lo conoce. ¿Y el fantasma?.
Ese es el quid de la cuestión y el mayor emblema de este libro: un personaje
que vale la obra entera, ese fantasma pelotudo y desamparado que no es otro que
el mismísimo Hank Williams, reacio a instalarse en el más allá,
sufriendo post mortem como un perro desterrado y echando de menos a los
mortales. Un beso entre la ficción y la no ficción al son de “I´m So
Lonesome I Could Cry”.
2 comentarios:
Tengo ganas de leer este libro, me parece muy interesante.. así como el próximo disco del señor Earle. Lo poco que he escuchado de lo nuevo me parece buenísimo. Saludos
Estoy deseando que me vengan a visitar para que me traigan este libro, Mary. Lo tengo en el punto de mira desde hace tiempo. Con tu reseña tengo aún más ganas de tenerlo entre mis manos. Grande Mr. Earle, sí señor. Saludos desde el norte...
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