26 julio 2012

DISCOS

GIANT GIANT SAND. Tucson: A Country Rock Opera.

Más cerca de la frontera que nunca.

Mientras ando investigando los créditos de este disco, plagado de voces familiares y colaboraciones mil, comienzo a componer una crítica para la que necesito acumular muchas palabras. Lo de Giant Giant parecía un error de imprenta, pero no: es que la banda del idolatrado Howe Gelb ha crecido, en número e intenciones. Lo de “A Country Rock Opera” parecía una broma de las típicas del de Arizona, pero no: es que este trabajo es una verdadera ópera country-rock, sea lo que sea eso. El concepto es el siguiente: tipo que está hasta los huevos de su vida, agarra una bicicleta y se lanza a explorar el desierto. Muy inspirador; motivos sobrados tengo para hacer lo mismo, aunque montar en bici no sé muy bien y desierto por aquí cerca no hay ninguno. Es el argumento que mueve el disco entero, a partir del cual van surgiendo canciones que desprenden un inusual aroma optimista, una alegría de vivir que se acepta en estos días como la promesa de un mesías. Necesitamos esperanza. Y eso es lo que Howe Gelb nos da. Siempre enfundándose en una piel llena de costras, pero con capota bien articulada para recibir un aire necesario y sanador.

Tucson: A Country Rock Opera” (2012) no es moco de pavo: es una hora y pico de música, 19 canciones que prueban de nuevo la fertilidad y generosidad del bueno de Gelb. Por ello, hay que tomárselo con calma, como dice mi amigo Nikochan desde su isla. Y así, con la calma que merece el genio imperfecto que nos ocupa, la ópera se va haciendo dueña y señora del verano poco a poco. Y mira tú por dónde, aquí se aprecian unos Giant Sand (perdón, Giant Giant) más cercanos a la frontera que nunca, y para muestra botones como “Detained”, “Undiscovered Country”, “The Sun Belongs To You”, “Slag Heap” o “Hard Morning in a Soft Blur”. Trompetas, acordeones, contrabajo, pedal steel, un pelín de orquesta acá y allá me hacen acordarme de sus alumnos Burns y Convertino, que también andan con nuevo disco entre manos. Aunque la ópera tiene absolutamente de todo, country con sabor a vals en “Wind Blown Waltz”, country-rock con ritmos trotones en “Lost Love”, “Thing Like That” o “We Don´t Play Tonight”, azucarillos de soul como “Plane of Existence” y “Out of the Blue”, hermosas incursiones en el jazz en “Ready or Not” y “Not The End of The World”, blues en lo-fi a lo Tom Waits en “Mostly Wrong” y “New River”, una preciosa delicatessen de piano épico que se llama “Love Comes Over You” e incluso una cumbia (“Cariñito”) para cortarse las venas. Todo eso sin olvidar ese espléndido rock and roll entre saguaros que es “Forever and A Day”, y su frase reina: “good luck suckers, I´m on my way”. Ganas me dan de cantársela a algunos para mandarlos a la mierda con estilo. Posiblemente lo haga dentro de no mucho. De momento sigo a lo mío, con mi ópera, la elocuente, ambiciosa y brillante obra de un músico cada vez más grande (perdón, gigante gigante).

2 comentarios:

Nikochan dijo...

Estoy encantado con este disco, sólo han conseguido sacarme tres discos de su mágico encantamiento:

1. "Live in Europe" de Otis. Siempre Otis!!!

2.- "Carry me back" de Old Crow Medicine Show" que es la repanocha

3.- "Between the Buttons". Sí. Porque Mick es muy grande!!! Happy birthday señor Jagger!!!

Pd: gracias por nombrarme en tu comentario Mary! Saludos!

Redacció dijo...

Un discazo Mary, siempre viene bien un soplo positivo de esperanza, y este disco lo consigue.
Saludos