CONCIERTOS
Karaoke Of Mercy.
Una crónica especial y personal por cortesía de Ángel Velasco.
Al que suscribe, que es un enamorado de la música en general, y de los sonidos densos y semi-angustiosos propios del gótico primigenio en particular, e incapaz de resistirse a un bajo alternante que pega sin contemplaciones mientras el resto de la banda intenta seguirle los pasos, pues ver a Sisters Of Mercy se le presentaba a priori como necesidad vital, máxime teniendo en cuenta que siempre ha sido uno de mis grupos de referencia y que jamás los había vivido en directo. Por ello, cuando me entero que vienen de gira por España celebrando su 30 aniversario me digo a mí mismo: “Ángel, ahora o nunca, ya dejaste escapar este verano a los Judas Priest no hagas lo mismo con estos, o te arrepentirás”. Dicho y hecho, me pillo la entrada y para Madrid que salgo zumbando. Por supuesto sólo, y no por nada, sino porque al final va a resultar que en esto de la música soy un bicho raro y a nadie de los míos les resultan atractivas estas bandas, ya me pasó lo mismo en octubre con Within Temptation… en fin, me consolaré con aquello de mejor solo que mal acompañado.
Y entramos en materia…, el día y hora señalada me persono en la sala, llego tarde y me pierdo a los teloneros, por lo tanto de ellos no comento nada por desconocimiento. Lo primero que me llama la atención es la gente, no sabría calcular cuantos éramos, pero una definición ajustada podría ser la de grupo medianamente numeroso, tirando a bajo, o lo que es lo mismo, que ni puta idea. Eso sí, como se dice en el ambiente se observaba cierta “marea negra”, y por supuesto mucha camiseta del grupo y de algún otro similar (por supuesto las había de Joy Division y de The Mission). Chicas encorsetadas sólo vi una, en ese aspecto abundaba más el tejano. También me llamó la atención que yo, a mis cuarenta y bastantes, no era el más anciano de la sala.
Después decido buscar una buena ubicación, me acerco al escenario y lo primero que me llama la atención es QUE NO HAY BATERÍA…???, empiezo a temerme lo peor pero quiero pensar en positivo y me digo, jó, ahora la bajarán del techo con alguna especie de plataforma hidráulica o saldrá del suelo por un ascensor mientras salen fuegos infernales tipo Rammstein… en fin, me dije, esperaremos… que emoción, esto promete!.
Comienza el espectáculo… comienza a salir humo del escenario, entre la neblina generada se empiezan a ver figuras humanas… uno, dos, tres y … y… y… y ya está, eran tres. Dos guitarras y el cantante, no había nadie más. Esto lo voy a volver a escribir por si alguien no lo ha entendido bien: ERAN TRES (3), y no salió ninguna batería del cielo… pero se oía una, eso sí. Como también se oía un bajo y en algunos temas arreglos de órgano… TODO GRABADO!!. Era un karaoke, señores, en el que uno cantaba y dos tocaban la guitarra. Miren ustedes, yo no suelo ir a muchos conciertos, la verdad, pero esto a mi no me parece muy normal. Yo puedo comprender que una banda utilice algún efecto pregrabado para comenzar o adornar algún tema, lo puedo entender, pero ¿llevar la batería, el bajo y el teclado pregrabado es normal?... a mí desde luego no me lo parece. Me sentí molesto y muy muy decepcionado, mucho.
Sé que desde hace tiempo la banda sustituyó la batería estándar por dispositivos electrónicos tipo secuenciadores y cajas de ritmos, incluso recuerdo que los utilizaron para grabar sus últimos discos. Desconozco como se presentan en directo, ya he manifestado que no los he visto nunca. Con ello quiero decir que es posible que sea tradición en la banda actuar en directo utilizando uno de esos prodigios tecnológicos, bajo esa premisa podría plantearse la pregunta de si es “perdonable” por ser lo acostumbrado, respuesta que necesariamente ha de ser negativa ya que en el mismo pack digital se incluían los teclados y sobre todo el bajo, y por ahí ya no paso.
Añadir que el concierto así planteado ya no me interesaba en demasía, la verdad. Sólo voy a destacar algo positivo que sí me agradó, y es la reinterpretación de los temas, sonaban bastante diferentes a los discos, mucho más guitarreros y rockeros y eso se agradece, aunque también es normal. Después de no grabar en mogollón de años y estar girando desde entonces tocando siempre lo mismo, sólo faltaba que encima lo interpretaran de la misma manera, pa cortarse las venas vamos. En ese sentido me encantó especialmente la versión del tema “This Corrosion”. Y poco más que contar. Se hicieron tres bises, previsibles claro está porque hasta que no sonara Lucretia y el Templo estaba claro que aquello no terminaba, y efectivamente así fue. El último bis arrancó con “Lucretia My Reflection”, seguida de “Vision Thing” y la cosa terminó con “Temple Of Love”. Como habréis podido intuir, sin un bajo real en el escenario la versión de “Lucretia My Reflection” sonó bastante desangelada.
Ah, otra cosa… el humo que salía del escenario fue constante, es algo normal en la escenografía del grupo, pero es que llegó un momento que desde mi ubicación apenas se distinguía la puerta de los servicios… había demasiado y resultaba molesto. Supongo que lo que se pretendía era precisamente eso, que el escenario no se viera tan desierto y vacío de gente, técnicas de camuflaje, supongo. De hecho cualquier músico que se echara dos pasos para atrás, sin foco que le “enchufara”, quedaba oculto.
En fin… ya no escribo más porque no merece la pena. Yo nunca he visto nada parecido ni espero repetir la experiencia. Ahora os dejo, voy a redactar una carta de queja a la productora para pedirles que me devuelvan la mitad de la entrada, al fin y al cabo sólo me ofrecieron la mitad de los músicos…
Angelito.