01 junio 2010

CONCIERTOS

PRIMAVERA SOUND 2010

Jueves: lluvia, cameos y guitar heroes.

El Primavera Sound ha cumplido 10 años. Y no ha podido hacerlo con mayor contundencia. Allá por la edición del 2007 y en este mismo espacio, expresábamos el miedo soterrado a su mutación en un nuevo FIB. Pues bien, ese día ha llegado. Porque nunca Barcelona recordó tanto a Benicasim, al menos en lo que a afluencia de público se refiere. Este año el PS bate su récord mundial de visitantes y deja una interrogante abierta: ¿qué será lo próximo?. La experiencia sobrevenida del vecino castellonense siembra el terror. Sin embargo, este es un festival diferente y sus ideólogos parecen tenerlo claro. Y sobre todo, este es un festival en el que pasan cosas especiales, emocionantes e incapaces de vivirse en ningún otro lugar del planeta. Visiones que se extienden como sueños ante los ojos, como pequeñuelos batiendo palmas con las canciones de Wilco, caras de felicidad desgranando al dedillo las letras de ¡Liquid Liquid!, padres talluditos e hijos adolescentes unidos por una camiseta de Pixies, auditorios rebosantes de humanidad a las malditas 4 de la tarde. No, no estamos locos: la buena música nos une. Y aunque algunos echáramos de menos alguna superaparición de aniversario (Neil Young dejó el listón demasiado alto), uno siempre sale de este festival plenamente satisfecho, y van siete de las diez. Aunque Mission of Burma, Tortoise, Low, Wire, The New Pornographers, Gary Numan o Lee “Scratch” Perry escribieran el triste cuento de cada edición: el del precio de lo imposible.

Empecemos con la jornada del jueves. Justo a tiempo para asistir al festín de psicodelia grasienta de SIC ALPS (foto 1) en formato trío. Un buen directo que deja asomar su lado más accesible, ese que tanto se resiste en sus sucias y enrevesadas grabaciones. Huelen a años setenta. Mike Donovan: primer candidato a guitar hero del festival. Descargas de energía instantáneas como “Bells” pusieron el motor a punto para viajar al escenario ATP, previa parada en el San Miguel. Allí estaban Bis, después de 11 años. Del paso de tanto tiempo cabe extraer dos conclusiones: que Steven y John se han quedado calvos desde entonces y que “Eurodisco” sigue siendo un solemne hit sin fecha de caducidad. La chapa a cal y canto del ATP (The Books fueron aplazados hasta el hueco dejado por los caídos Seefeel) y las bondades del destino, permitieron asistir a un reencuentro muy emotivo: THE WAVE PICTURES (foto 2). Gusten más o gusten menos, es difícil no divertirse con ellos. En sus canciones y en sus inocentes pintas de universitarios irradian simpatía. Y sobre todo, saben tocar y saben involucrar, y a “Now You Are Pregnant” y “Strange Fruit for David” me remito. Dave Tattersall, como de costumbre, volvió a marcarse unos solos de bandera. Otro guitar heroe como un piano. Y tras este conciertón no programado, uno programado muy a conciencia: THE FALL (foto 3). El discurso del amenazante, ceñudo y casi hitleriano Mark E. Smith siempre es el mismo. Las descargas metálicas de su infinita creación se recrean gemelas en el tiempo y el espacio. Por eso quizá su concierto en 2010 pareció el mismo que el del 2007, pese a ser totalmente diferentes. Tras tantos años en la pomada y tantos discos es imposible seguirles la corriente. Quizá a la próxima deberían retroceder todavía un poquito más, acordarse de “Mr. Pharmacist”, “Big New Prinz”, “Jerusalem” o “Cruisers Creek”. ¿Por qué no?.

Con las primeras gotas de lluvia de la noche es hora de llenar el estómago y de echar un vistazo simplemente curioso a The XX. Lo que son las modas y la cantidad de gente que las sigue. Posiblemente el grupo que más público congregara en el escenario Ray-Ban (¿qué clase de sacrilegio es cambiarle el nombre al Rockdelux de toda la vida?). De tantas maravillas escritas sobre ellos, de las comparaciones (odiosas, por cierto) con Cocteau Twins, del ensalzamiento de su álbum como gran esperanza british. O tengo otros gustos, o soy tonta o no me entero. Que me crucifiquen los modernos si quieren, pero The XX son un grupo del montón, de ese gran montón de cosas que no emocionan, no innovan, no dicen nada. Me piro a ver a SUPERCHUNK (foto 4), que a estas alturas de la película tampoco innovan ni dicen gran cosa, pero que al menos transmiten energía. Aunque tras 10 años suenen igual de rancios que Smashing Pumpkins o Dinosaur JR (corren otros tiempos), el esfuerzo de Mac McCaughan (tercer guitar heroe del día) y sus compañeros se agradece, como también se agradece poder degustar con fruición alguna perla algo más masticable, “Driveway to Driveway” por ejemplo. Tim Harrington de Les Savy Fav berreó un rato con ellos, protagonizando el primero cameo de la velada.

Volando de nuevo al Ray Ban para asistir quizá al mejor (con permiso de Pavement) show de la noche. BROKEN SOCIAL SCENE (foto 5) tiene caché de banda de notoria rotundidad, y vaya si lo demostraron. Al completo, todos a una como Fuenteovejuna. Si no fuera porque el sonido del anfiteatro volvió a dejar que desear (según ubicación física y dirección del aire, reza para que se oiga) y por la inoportuna lluvia, podría decirse que fue el concierto perfecto. Los canadienses son un prodigio escénico, un universo de estrellas en constante rotación, puro alquimismo pop-rock. Y la presencia de Kevin Drew y Brendan Canning abruma. En la parcialidad también influye que toquen todas tus favoritas, claro: desde “Texico Bitches” o “Sweetest Kill” de entre las recién paridas, hasta “Stars and Sons”, “Fire Eyed Boy” o “Cause=Time” de entre las clásicas. Por si fueran pocos se hicieron acompañar de algunos ilustres invitados, como Spiral Stairs (favor devuelto por Kevin Drew más tarde) y Owen Pallett. Sublimes.

Y llegó el momento de la nostalgia, los recuerdos de la mítica adolescencia. PAVEMENT (foto 6) fueron el grupo de cabecera de muchos viajes existenciales en el pasado. La gran mayoría ya no contábamos con verlos, pero ay, ¿quién puede resistirse a la oscura magia del revival?. Al igual que los Pixies, quizá hayan llegado para cobrar y volar. Pero no puede negarse que han reaparecido en extraordinaria buena forma, que siguen estando un poco majaretas (especialmente Bob Nastanovich, qué espectáculo), siendo capaces de ofrecer la misma sensación de frescura y jovialidad de hace una década. Y aquellas canciones retorcidas y bizarras, cargadas de incógnita e improvisación, de sarcasmo y payasada, se revelan ahora como lo que fueron entonces: himnos de un deseo oculto de escupir al mundo. “Quarantine The Past” (2010) ha recopilado sus éxitos para la ocasión y en hilera fueron desfilando todos, brillando especialmente las de aquel imposible “Wowee Zowee” (95): “Rattled by the Rush”, “Father to a Sister of Thought”, “Grounded”, “We Dance”, “Fight this Generation”. En su día (los días en que ir a un concierto era una utopía) nos preguntábamos cómo serían en vivo. Ha tenido que llover mucho para poder comprobarlo, asistir a las travesuras y malabarismos de Stephen Malkmus con su guitarra (guitar hero inclasificable) y verificar que aquellas canciones quieren y pueden sonar a gloria.



5 comentarios:

Ruiseñor dijo...

Gran día. Qué gran descubrimiento The Wave Pictures ("I love you like a madman, I miss you all the time"). Qué gran espectáculo los Broken. Qué sorpresa el estado de gracia de Pavimento.

Gracias a los Pictures y a The Fall por dedicarme una canción!

Fede Sánchez dijo...

Evidentemente lo de Pavement no fué tan solo una reunión por la pasta, algo que algunos nos temiamos, sino un conciertazo en toda regla.
En lo The Fall...bueno en 2.007 estuvo mucho mejor en mi opinión.

Fede Sánchez dijo...

Yo no creo que el Primavera vaya a convertirse en otro FIB. Mi impresión es que la óptica de la organización es diferente. La gente que va a Barcelona no es la que compra el paquete de sol y playa. La media de edad es más alta que la del FIB y la presencia de extranjeros es más variopinta: alemanes, británicos, italianos...y no las hordas de british alcohólicos que trajo la organización de Vince Power.

Mary dijo...

Hola, Fede!. Veo que este año sí has tenido Primavera, me alegro!!. Tienes razón, muy difícil que el Primavera se convierta en el FIB, pero.... tanta masificación me cruza los cables. Recuerdo aquellos años (2005, 2006) en los que se andaba a todo lujo por el Fórum, encontrabas sin problema tu sitio en las gradas del ATP (entonces CD Drome) y el Rockdelux, las colas para comida y baños eran más llevaderas... lo siento, es que las masas me asustan.
En cuanto a los extranjeros, en efecto, los que vienen al Primavera en su mayoría son un ejemplo de buen gusto y educación. Chapeau.

Larga vida al PS!!!!

Dudupeich dijo...

Este ha sido mi primer año en el Primavera Sound, y tengo que decir que no ha estado mal. llevaba años queriendo ir, hasta que he podido.

Coincido en la mayoría de lo que has escrito, aunque no he visto a algunos grupos sobre los que escribes.
No me voy a hacer el listillo, no conocía apenas a Van Dyke Parks, pero vi su concierto y me dejó boquiabierto, con Cocorosie (para gustos los colores)y Pavement me pareció lo mejor del festival.

Respecto a la masificación, no puedo opinar respecto a otros años, pero si puedo opinar sobre lo que he visto, niñatos y niñatas con modelitos, mas pendientes de hacerse fotos y decir "He estado allí", que de los conciertos, esos/as son una plaga.
Creo que con el tiempo irremediablemente se convertirá en un FIB, aunque cuenta a favor con las fechas (exámenes,etc). Mientras tanto, a disfrutar.
Perdón por la parrafada.