DISCOS
CLEM SNIDE. The Meat of Life.
Mente fértil.
Clem Snide han vuelto a nacer. “The Hungry Bird” (2009) recogía los retales de una ruptura efímera. “The Meat of Life” (2010) ensalza la fertilidad balsámica de Eef Barzelay. Hace poco Mondonoro publicaba la lista de sus diez discos favoritos. Neil Young, The Stooges, Neutral Milk Hotel, Smog, Can, Fela Kuti… toda una declaración de buen gusto. Un buen gusto extrapolado a su exquisita forma de componer. Mitad cantautor de campo, mitad crooner urbano, sus canciones siempre exhalan ese aliento sugerente, esa vitola de familiaridad, ese sabor a lección perdurable en los anales del tiempo. Aunque como todo escritor prolífico y metódico (también le pasa a Will Oldham), hay días de mayor y de menor inspiración. “The Meat of Life” no contiene gemas del calibre de “Me No”, “Hum” o “Pray”, presentes en su anterior trabajo. Y sin embargo es un disco que se cuela en los tuétanos, discreta y silenciosamente. Abierto con el magnífico rumor cambiante de “Wal-Mart Parking Lot”, el oído se acomoda al suave trantrán de “Denise” y “Anita”, al porte de oda country de “I Got High” y “Song for Mary”, o a la historia subyacente en “Denver”, que confirma a Barzelay como poeta de fina pluma y elegancia supina. Finura y elegancia que se magnifican en la homónima “The Meat of Life”, la mejor de un disco que abraza la discreción, cabalgando hacia oasis apartados y apacibles.
www.myspace.com/clemsnide
Mente fértil.
Clem Snide han vuelto a nacer. “The Hungry Bird” (2009) recogía los retales de una ruptura efímera. “The Meat of Life” (2010) ensalza la fertilidad balsámica de Eef Barzelay. Hace poco Mondonoro publicaba la lista de sus diez discos favoritos. Neil Young, The Stooges, Neutral Milk Hotel, Smog, Can, Fela Kuti… toda una declaración de buen gusto. Un buen gusto extrapolado a su exquisita forma de componer. Mitad cantautor de campo, mitad crooner urbano, sus canciones siempre exhalan ese aliento sugerente, esa vitola de familiaridad, ese sabor a lección perdurable en los anales del tiempo. Aunque como todo escritor prolífico y metódico (también le pasa a Will Oldham), hay días de mayor y de menor inspiración. “The Meat of Life” no contiene gemas del calibre de “Me No”, “Hum” o “Pray”, presentes en su anterior trabajo. Y sin embargo es un disco que se cuela en los tuétanos, discreta y silenciosamente. Abierto con el magnífico rumor cambiante de “Wal-Mart Parking Lot”, el oído se acomoda al suave trantrán de “Denise” y “Anita”, al porte de oda country de “I Got High” y “Song for Mary”, o a la historia subyacente en “Denver”, que confirma a Barzelay como poeta de fina pluma y elegancia supina. Finura y elegancia que se magnifican en la homónima “The Meat of Life”, la mejor de un disco que abraza la discreción, cabalgando hacia oasis apartados y apacibles.
www.myspace.com/clemsnide
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