23 julio 2007

CONCIERTOS

BJÖRK. Madrid. Las Ventas. 18-7-2007.

Eleva tu bandera.

El universo björkiano estaba en dulce letargo, y las espinitas de algunos permanecían clavadas en silencio, esperando el remedio que las extirpara para siempre. “Volta” ha sido el golpe de suerte, la campana anunciadora del despertar, la excusa para echar la vista atrás y resucitar la antigua admiración por el hada saltarina de los sueños polares. Lejos de excentricidades y rarezas, su nuevo (y quizá peor) disco ha servido para hacerla aterrizar en España y saldar una deuda contraída hace mucho tiempo.

Estandartes inertes, un tropel de ángeles fluorescentes con casacas y vientos, instrumentos cuaternarios e instrumentos de la nueva era y un escenario más parecido a Troya que al País de las Maravillas. Y ella, mitad mariposa mitad tuareg, con pies que no son pies, sino muelles que la lanzan al cielo de las estrellas. Porque es una de ellas, y sigue brillando pese a todo. Lo mejor de su trayectoria desfiló entre burladeros y tendidos (¡que la música derrumbe todos los cosos del mundo!), con algunas excepciones (se olvidó de “Venus as a Boy”, “Isobel”, “Human Behaviour”, “Violently Happy”, pero es que todo no puede ser). “Earth Intruders” abrió manando fuego, dejando paso a “Hunter”, “Hidden Place” o “Pagan Poetry”, en ejercicios continuos de pureza y ambición vocal que cristalizaron en “Immature”, “Joga” y una emocionantísima “Wanderlust” que lo gana todo en directo. “Aeroplane” fue su exiguo homenaje a “Debut” (casi quince años de sus primeros pasitos post-Sugarcubes, el tiempo vuela). “Army of Me” (momento estelar) nos devolvió a la Björk guerrera e iracunda, y “I Miss You” a la folclórica y risueña. El punto y aparte (después habría únicamente dos bises) derivó en una especie de rave hambrienta con “Hyper-Ballad” y “Pluto”. Y en medio de todo, esa perla llamada “Bachelorette”, esperada con fervor, favorita de la mayoría, una canción de bandera. Nunca mejor mencionadas las banderas: “Rise your flag, higher, higher” fue el grito de batalla y “Declare Independence” el recién compuesto himno de rebeliones anti-sistema, dardo envenenado a la cabeza de déspotas y engañabobos. Utopías, utopías. La canción acaba y todo sigue igual. Bueno, no todo: ya no hay deudas ni espinitas.

www.bjork.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo la ví en La Granja de San Ildefonso y quedé muy satisfecho. El escenario era que ni pintado para su música y además tuvimos la suerte de verla en la prueba de sonido y todo. Pienso que su último disco, a mi juicio y para mi gusto, no es el peor, lo prefiero respecto al Medulla y creo que ha conseguido con las nuevas colaboraciones renovar su sonido, hasta el punto de que los viejos temas que tocó me pareció que ganaban mucho con la nueva perspectiva, no sé si definir como más tecno, más arriesgada, más rejuvenecida, Joga, Army of me, Hyperballad, etc. sonaron mucho mejor que cuando sonaban en los conciertos de sus giras respectivas originales. En cualquier caso es un crack.