20 julio 2024

CONCIERTOS

MOGWAI. Bolonia. Sequoie Music Park. 15-07-2024.

A raíz del pasado Big City Festival de Glasgow surge por casualidad una excitante oportunidad: la de viajar a la preciosa Bolonia y, de paso, volver a meternos en la boca del volcán. Si ellos me dicen ven, lo dejo todo. El grado de respeto profesado y el de satisfacción obtenida es tan alto que resulta imposible desperdiciar la ocasión de volver a saludar a nuestros amigos. Y si es en un entorno tan magnífico como el Sequoie Music Park boloñés, con ellos como únicos protagonistas del lunes, tanto que mejor. Porque Mogwai es una banda fácil de seguir por el mundo; puedes encontrar el lugar recoleto y especial para disfrutarlos (dos días antes habían tocado en el Valle de los Templos de Agrigento, en Sicilia). Siempre puedes pillar entradas si estás atento, y no tendrás que sudar ni darte de tortas con nadie para verlos decentemente. A menudo hallarás un público fiel que los conoce bien o un público expectante en busca de la constatación del pandemónium sónico. Es más que seguro que ese público cerrará la boca en el primer compás, entrará en trance y se rendirá a sus pies. No habrá palabras, quizá solo un “fucking amazing” (si estamos en Glasgow) o un “grandi e bravissimi” (si estamos en Italia). Y lo más asombroso de todo: no será el mismo concierto que has visto otras veces. Sonarán otros temas, eso seguro. Sonarán algunos de los de siempre, desde luego, pero con otro telón cromático y otra tormenta de luz no apta para epilépticos. 

La curiosidad era poder verlos sin una de sus piezas clave. Este año Barry Burns no viaja; solo apareció (como ya contamos) en la cita en su ciudad. En su lugar está Maria Sappho, pianista excelente, encargada de las teclas, coros y vocoder, y su intachable aportación le da a temas como “I´m Jim Morrison, I´m Dead”, “I Know You Are But What Am I?”, “Dry Fantasy”, “Summer” o “Ritchie Sacramento” la entidad original. El Young Team tiene banquillo de sobra. A Barry solo se le echa de menos cuando suena “Hunted by a Freak”, que Maria defiende con honor, pero que es un tema que llama a gritos a su autor. Y resulta increíble que la apisonadora ni siquiera se resienta en formato cuarteto. Suenan “Rano Pano” y “Drive the Nail”, rugiendo incandescentes aún con una guitarra de menos. Cierran el cuerpo del set unidas “Like Herod” y “Old Poisons”, hirviendo, estremeciendo y despertando el instintivo gesto de llevarse las manos a las orejas. Lo dicho: una guitarra menos, pero ni pizca de brecha. Como quiera que lo hagan, es un misterio. Quizá sea simplemente la magia de la varita por la que están tocados o la pericia de saber sacar petróleo de sus instrumentos. Vuelven a ser fuego y neutrones. 

Mogwai Fear Satan” cierra de nuevo la partida, con la clásica manifestación de ritmo y repetición, quebrado por ese interludio en el que nadie chista ni pestañea, con todos (hasta Dominic, Martin y Alex) pendientes de la mirada de Stuart, su paso adelante, la pisada y la explosión. Cuando finalmente se van, te quedas medio huérfano, expelido a la fuerza del vórtice. Sales como puedes de ese estado de inmersión profunda, y de ese sueño que empezó en la primera canción (sea cual sea), con el bajo golpeándote el estómago y las guitarras haciéndote cosquillas en la nuca. Te cuesta asentarte de nuevo en la realidad, volver a oír el canto de los grillos y caminar en línea recta. Y cuando ya estás volviendo a ser de nuevo una persona, lo único que piensas es: quiero más.  

Pero ahora habrá que parar un poco y tener paciencia. Llega el tiempo de mezclar y fabricar su nuevo álbum de estudio, el undécimo, que posiblemente no vea la luz hasta 2025. No ha trascendido gran cosa, salvo que John Congleton está a los mandos. Qué ganas de escucharlo. 

Setlist: “I´m Jim Morrison, I´m Dead”, “Kids Will Be Skeletons”, “Take Me Somewhere Nice”, “Rano Pano”, “Drive the Nail”, “I Know You Are But What Am I?”, “Dry Fantasy”, “Hunted by a Freak”, “Summer”, “Like Herod”, “Old Poisons”//”Ritchie Sacramento”, “Mogwai Fear Satan”. 

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