Publicación: Julio 2014
Sello: Ninja Tune
Sorpresa, sorpresa. ¿Dónde
encasillar a Finn Greenall? En
cualquier parte o en ninguna. Ahí estaba este disco, abandonado y calladito
desde el verano, con sus delicias escondidas, como el cofre de un tesoro.
Porque eso es lo que es, un pequeño y discreto tesoro con blues, folk, pop y emo
conviviendo en pacífica armonía. El arranque con “Hard Believer” (ay, el alma de Robert
Johnson) ya no admite marcha atrás, hay que llegar como sea hasta el final.
Y el paciente esfuerzo tiene recompensas tan confortables como “Pilgrim”, “Shakespeare” y “Truth Begins”.
1 comentario:
Debo ser un bicho raro, porque ayer en el concierto en Madrid tenía al público entregado, pero a mi la verdad es que me aburrió soberanamente, y mira que iba con ganas. Me pareció un directo excesivamente plano.
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