19 mayo 2012

DISCOS

FATHER JOHN MISTY. Fear Fun.

Borrón y cuenta nueva.

Me gusta mucho este tipo. Y no precisamente porque esté para mojar pan, que también. Me gusta porque hace una música especial, esa música que te hace viajar simultáneamente atrás y adelante en el tiempo, que hace que te sientas nostálgico y esperanzado a la vez (como dice Nick Hornby). ¿Que quién es?. Pues J.Tillman, aunque ver para creer. Una transformación radical. Me desligo elegantemente de los Fleet Foxes para reencontrarme conmigo mismo, o con el que siempre he querido ser, o con alguien que se me parece, o con una caricatura de mi yo más descarado. Me suelto la melena (o mejor dicho, me la corto) y dejo que salga el sol por Antequera (o mejor dicho, por Laurel Canyon). Como nunca le gustó llamarse Joshua y está hasta el gorro de la J (no lo digo yo, lo dice “Every Man Needs a Companion”), adopta un nuevo alias y se corona padre, al igual que Will Oldham se coronó un buen día príncipe. Y no padre en el sentido religioso, porque este personaje, que dicen es el protagonista de una presunta novela, de beato tiene poco o nada.

Y así llegamos a “Fear Fun” (2012), el santo grial de un artista que cruzó su madre patria de este a oeste para ver la luz, que a buen seguro se la tiene pateada de cabo a rabo, habiendo elegido la mejor montaña para encaramarse y observar la panorámica general. Doce canciones, algunas apoteósicas y casi todas prodigiosas, que honran el pasado sin despegarse del presente, cuerpos ancianos vestidos con trajes a la última moda. No falta el clásico folk candoroso neohippie al que Tillman nos tiene acostumbrados, pero aparte de esa cosa obvia en el disco hay un poco de casi todo: fiebre del sábado noche, celebración de la fiesta de la cosecha, alma negra, mojo sureño, cartas desde el universo Creedence, postales desde el planeta The Band y algún que otro hijo bastardo del Sargento Peppers. Por fin este chico saca lo mejor de sí mismo, como compositor y como intérprete, demostrando que los tiempos de cooperación detrás de un tambor y los de ostracismo debajo de un caftán se acabaron.

2 comentarios:

Nikochan dijo...

Lo tengo pendiente y le tengo ganas. Ahora más. Saludos.

Fede Sánchez dijo...

A ver si no se me escapa este año en el Primavera.