DISCOS
ANIMAL COLLECTIVE. Merriweather Post Pavilion.
Pop de grado superior.
El mundo es una sola voz. La crítica es terriblemente unánime. Animal Collective son la sensación del momento, y lo primariamente discutible ya no admite más discusión después de hincar el diente a este alucinante “Merriweather Post Pavilion” (2009). Aliémonos pues con el sentir general. Estos outsiders del pop han logrado poner su listón donde se les presuponía: en el Olimpo. En “Strawberry Jam” (2007) y el trabajo firmado en solitario por Panda Bear sonaban trompetas anunciadoras, pero faltaba el salto definitivo a la lucidez. La incomodidad de sus retorcidos caminos sonoros se convierte en un haz de luz y un estado de intenso bienestar con cada escucha de su nuevo álbum. Ya no impera el ruidito molesto ni la paranoia estructural, sino las saetas canturreadas por esas preciosas voces, que se pegan como la arena a la piel cuando acabas de salir del baño. Sinceramente, qué gozada.
“Merriweather Post Pavilion” recrea a unos Beach Boys de dibujos animados, sonados, inocentes y futuristas. Puede parecer pueril o de broma, pero ahí radica su encanto. La mística y profunda “In the Flowers” es como la puerta de un laberinto; una vez dentro no sabes lo que te vas a encontrar, ni cómo vas a salir. Al final el recorrido es tan alucinante que quieres repetir, sin duda. Porque es un disco de melodías brillantes (impepinables “Summertime Clothes” y “Bluish”), de sanísima diversión (“My Girls”, “Lion in a Coma” y “Brothersport” son toda una fiesta), de incuestionable poder espiritual (explícito en “No More Runnin” y el largo desenlace de “Daily Routine”). Incluso las más modestas (“Also Frightened” o “Guys Eyes”) tienen ese apunte, giro o explosión que las reivindica. Estamos ante uno de los álbumes del año y el año no ha hecho más que empezar. Un motivo poderoso para guardar fe en el 2009. Una efectiva pildorita para ignorar las sombras que se ciernen sobre el futuro.
www.animalcollective.org
Pop de grado superior.
El mundo es una sola voz. La crítica es terriblemente unánime. Animal Collective son la sensación del momento, y lo primariamente discutible ya no admite más discusión después de hincar el diente a este alucinante “Merriweather Post Pavilion” (2009). Aliémonos pues con el sentir general. Estos outsiders del pop han logrado poner su listón donde se les presuponía: en el Olimpo. En “Strawberry Jam” (2007) y el trabajo firmado en solitario por Panda Bear sonaban trompetas anunciadoras, pero faltaba el salto definitivo a la lucidez. La incomodidad de sus retorcidos caminos sonoros se convierte en un haz de luz y un estado de intenso bienestar con cada escucha de su nuevo álbum. Ya no impera el ruidito molesto ni la paranoia estructural, sino las saetas canturreadas por esas preciosas voces, que se pegan como la arena a la piel cuando acabas de salir del baño. Sinceramente, qué gozada.
“Merriweather Post Pavilion” recrea a unos Beach Boys de dibujos animados, sonados, inocentes y futuristas. Puede parecer pueril o de broma, pero ahí radica su encanto. La mística y profunda “In the Flowers” es como la puerta de un laberinto; una vez dentro no sabes lo que te vas a encontrar, ni cómo vas a salir. Al final el recorrido es tan alucinante que quieres repetir, sin duda. Porque es un disco de melodías brillantes (impepinables “Summertime Clothes” y “Bluish”), de sanísima diversión (“My Girls”, “Lion in a Coma” y “Brothersport” son toda una fiesta), de incuestionable poder espiritual (explícito en “No More Runnin” y el largo desenlace de “Daily Routine”). Incluso las más modestas (“Also Frightened” o “Guys Eyes”) tienen ese apunte, giro o explosión que las reivindica. Estamos ante uno de los álbumes del año y el año no ha hecho más que empezar. Un motivo poderoso para guardar fe en el 2009. Una efectiva pildorita para ignorar las sombras que se ciernen sobre el futuro.
www.animalcollective.org
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