03 noviembre 2011

DISCOS

BEIRUT. The Rip Tide.

Balcanes lejanos.

Zach Condon asombró a propios y extraños en los albores de su proyecto Beirut, con dos discos que bañaron los oídos curiosos de aires remotos y trazas de folclore olvidado. “Gulag Orkestar” (2006) y “The Flying Club Cup” (2007) se empapaban de sonidos fronterizos y gitanos en un esfuerzo hermanador inigualable. Había nacido una estrella, un peregrino que en su ansia exploradora había descubierto el lado más puro y simple de las cosas. Tras un EP bastante aséptico (“March of The Zapotec/Holland”) y un par de años de terapia revitalizadora, el joven músico regresa con este “The Rip Tide” (2011), una continuación parca en temas, menos conmovedora, muy alejada de aquella originalidad. En este álbum Condon se despide de sus amigos los zíngaros, posicionándose en un estrato creativo paralelo al de Stuart Murdoch, por poner un ejemplo. Esto es pop, técnicamente intachable aunque espiritualmente raso. La efectiva y pegadiza “Santa Fe” salva parcialmente los muebles a golpe de casiotone, mientras “Port of Call”, “The Peacock” o “The Rip Tide” parecen querer ondear de nuevo el bellísimo manto tejido en el pasado. Pero ni siquiera esos momentos, modestamente brillantes, aguantan por sí solos el peso de la renuncia. Condon ha dejado de ser diferente para sumergirse en la trivial generalidad.



1 comentario:

Dudupeich dijo...

Mary, tienes razón. Me dejé llevar por las primeras escuchas y me gustó, pero pierde mucho en comparación con los primeros discos. Sigo pensando que no es un mal disco, pero es más del montón. Me ha gustado mucho tu crítica y que vuelvas a estar por aquí.