07 julio 2007

CONCIERTOS

TV ON THE RADIO. Madrid. Joy Eslava. 4-7-2007.

Prueba de fuego.

Suscribo lo que decía un tipo a la salida del concierto: “Me tenía que haber gustado más”. Y es que podía haber sido mejor. Sobre todo si el marco hubiera sido otro, porque la dichosa Joy engulle el sonido hasta la crispación (eso por no hablar de los recovecos laberínticos y el escrutinio malrollero de los seguratas). También hubiéramos salido más contentos si la cosa hubiera prosperado algo más, porque hora y cuarto escasa ante un aforo atestado y desatado deriva en sensación de racanería. Borrones aparte, hay que reconocer que los de Brooklyn tienen el mismo poderío en vivo que entre mesas de pistas. Tunde Adebimpe pone la carnaza y el espectáculo (con su privilegiada voz y su artillería de pedales), Kyle Malone la ironía (impasible pero cachonda), Jaleel Bunton y ese accidental bajista (más blanco que la sal, por cierto) la sobriedad en los ritmos y David Sitek un poco de burrería de todo punto necesaria. El resultado es una transfusión vibrante, impactante, a ratos esquizofrénica. Empezaron retrospectivos, con “Young Liars”, “The Wrong Way” y “Dreams”, calentando motores para el posterior desparrame, que prendió con una “Wolf Like Me” demoledora, y se extendió en la colosal concatenación de “I Was a Lover”, “Blues from Down Here”, “Dirtywhirl” y “Wash the Day Away”. Y prácticamente ahí se detuvo la locomotora, pese a lo que llegaría después: una curiosa rotación instrumental en “Bomb Yourself”, una masacre tribal en “Let the Devil In” y un jolgorio apoteósico en “Staring at the Sun”. Son buenos, imaginativos y completos, pero les falta algo indescifrable para terminar de rubricar sus superpoderes.


Teloneros, esos grandes olvidados: la sueca Sarah Assbring (El Perro del Mar) abriendo el telón, ingresando en el club de los músicos sin miedo a la soledad y la desatención con matrícula cum laude.


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