08 noviembre 2006

DISCOS

THOM YORKE. The Eraser.

Volando libre.

En medio de la espera, ajeno a la impaciencia de los que piden nuevo material de su banda con más ansias que la lluvia, Thom Yorke decidió un día degustar la libertad y ventilar la espina que tenía clavada desde hace tiempo. El resultado es “The Eraser” (2006), un ejercicio de proyección de ambiciones y obsesiones, un experimento desencorsetado y ausente de ataduras. Dejándose llevar por esas musas digitales que siempre le cautivaron y arrastraron al borde del suicidio cósmico. Mano a mano natural con Nigel Godrich, más consejero que catedrático, para crear un mundo de evasión que en “The Eraser” o “Black Swan” casi roza lo intangible. “And It Rained All Night” y “Harrowdown Hill” se acercan más a Radiohead, a los de la era indagadora y rupturista (al recordarla siempre emerge “Idioteque”, ¿por qué será?). Pero los tiros van por otro lado, hacia un parentesco formal con Autechre, Pulseprogramming o Boards of Canada con remanente adicional de intimidad y misterio. Idilio que se hace pleno en “The Clock” y “Cymbal Rush”. Objetivo conseguido. El disco que el chico triste y ofuscado de Oxford siempre quiso hacer. Por fin.

1 comentario:

Oscar Casali Fuentes dijo...

Mary

Excelentes referencias he leído de esta obra. Trataré de oirlo sobre todo por las reminiscencias que señalas, aunque el lastimoso modo de cantar de Yorke me cansa a veces.

Saludos
Oscar