28 febrero 2006

DISCOS

DIRTY THREE. Cinder.

El lenguaje de las palabras invisibles.

Hay quien dice que el silencio vale más que mil palabras. En este caso hay discurso, pero nadie abre la boca. Solo una mujer, Chan Marshall, en “Great Waves”. La historia la cuentan las cuerdas, no las vocales, las de una guitarra y una viola. Warren Ellis, Jim White y Mick Turner vuelven a poner en entredicho el lenguaje habitual, y en este “Cinder” (2005) exploran una vez más su lado trémulo. La conexión entre folk y slowcore queda patente en “Amy”, “It Happened” o “This Night”. Diecinueve cortes que ofrecen mucho donde elegir. También mucho que resumir. “Ever Since” (por su optimismo), “Sad Sexy” (por su influencia soul), “Doris” (por la explosión de gaitas) y “The Zither Player” (por el contagioso aire zíngaro) se convierten en favoritas. Aunque más maravillosos cuanto más desordenados: la hermosísima anarquía de “Flutter” y “Feral” ataca el corazón hasta hacerle pupa. Un disco bello. Una grata compañía para relajarse y hacer algo que hacemos poco: pensar.

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