TRIBUTO A THE CURE, U2 Y DEPECHE MODE by NEON COLLECTIVE
Toledo. Círculo del Arte. 28-10-2022
Lo reconozco, soy una loca de los ochenta. Y lo reconozco, soy una loca de The Cure y Depeche Mode (y de los U2 originales). Así que, si me prometen que voy a pasar una noche en un garito escuchando música de estas tres bandas, ¿cómo voy a poder resistirme? Era la oportunidad de asistir por primera vez a esa moda desatada hace unos años de los tributos, cosa que definitivamente tiene su gracia y su arte particular. Mucho trabajo, mucho estudio y, por supuesto, mucha capacidad de mimetización. Neon Collective son una banda valenciana de músicos ya consolidados en la escena española, dedicados ahora a las lides del homenaje, grandes músicos y grandes artistas que demuestran un amor y un respeto absoluto por los temas que emulan. Y así son muy capaces de meterse en la piel de estas tres bandas míticas consecutivamente y por espacio de tres horas, creando una especie de mágica ilusión en el espectador. Una experiencia realmente inusual en más de dos décadas vividas de música en directo.
Sus primeros protagonistas son The Cure, con cardado y maquillaje incluidos, y aunque “Just Like Heaven” revele que en realidad hay una diferencia significativa, conforme se suceden “Lovesong”, “Friday I´m in Love”, “Boys Don´t Cry”, “Why Can´t I Be You?” o “In Between Days” vas entrando en una especie de sueño surreal, creyendo estar verdaderamente delante de un Robert Smith menos siniestro y más estilizado. A la altura de “Close to Me” la cosa está a pleno rendimiento, y “Lullaby”, fidelísima e impoluta, sugiere que esta noche estamos precisamente en el lugar donde debíamos estar. Serán U2 los encargados de confirmar el acierto, con un arranque potentísimo a ritmo de “Desire”. El miedo: que aparezcan los U2 mesiánicos de macroestadio. Pero no. Surgen los añejos, los que nos gustan, y allá que nos arrancamos a corear “I Still Haven´t Found What I´m Looking For”, “Pride (In the Name of Love)”, “I Will Follow”, “Sunday Bloody Sunday”, “Where The Streets Have No Name”, “One” y, cómo no, la imprescindible “With or Without You”. Tiene gracia: no he visto a U2 en vivo en mi vida y hoy casi los estoy viendo aquí en Toledo (nota histórica: tuve una entrada para verlos en el Calderón en 2005 y la regalé). El atracón final es probablemente el más bombástico, Depeche Mode surgidos del otro lado del espejo. “Si este tipo sale ahora y clava la voz de Dave Gahan, le pongo un monumento” pienso y comento. Y en efecto, no solo se desmarcan en voz y en pose, sino en todo lo demás, recreando magistral y explosivamente “Stripped”, “Strangelove”, “Just Can´t Get Enough”, “A Question of Time”, “I Feel You”, “Policy of Thruth”, “Walking in My Shoes” o “Never Let Me Down Again”, y dejando para unos bises antológicos las archiconocidas y archinecesarias “Personal Jesus” y “Enjoy The Silence”. Tres estilos diferentes, tres leyendas vivas, tres exhibiciones cenitales y una sola banda. De verdad que hay que darles la enhorabuena y, por supuesto, las gracias.