14 julio 2015

CONCIERTOS: NOS ALIVE 2015

Lisboa. Paseo Marítimo de Algés. 10 y 11 de julio 2015.

Lanzarse a descubrir festivales más allá de nuestras fronteras es deporte de riesgo a estas alturas de la película, cuando los macrofestivales dejaron de ser una tradición incentivada, cuando has perdido el hilo de las modas o has escuchado demasiado como para permitirte el caprichoso lujo de cribar sin piedad. Pero siempre queda ese pequeño poso, esas ganas de volver a ser joven (de carné, que no de espíritu), de dejar las exigencias a un lado y volver a formar parte de la corriente. No siempre es fácil. A veces la corriente te lleva pero otras veces te ahoga. Cuando la mayoría de la programación te es indiferente existe tiempo para valoraciones y reflexiones alternativas, para tomártelo con calma, para seleccionar o simplemente descansar, o asomarte a echar un vistazo a esa banda de la que no sabes nada y que puede horrorizarte o sorprenderte gratamente. Y eso es lo que ha sido este NOS Alive lisboeta, o más bien dos tercios de él (solo asistimos viernes y sábado): un experimento a la par que un recordatorio de otros tiempos, tiempos de FIBs y Primaveras, tiempos de bullicio y masificación, de carpas rebosantes de fans agradecidos, tiempos de constantes consultas al timetable y al reloj. Conciertos buenos, conciertos malos, conciertos neutros. ¿Y qué hemos aprendido? ¿Qué conclusiones y vivencias nos traemos de la hermosa y bohemia Lisboa? Pues más o menos las siguientes.

-        Que los portugueses saben organizar festivales, pese al ocasional caos de tránsito dentro del recinto.

-        Que en este festival existe una desproporción desmesurada de dimensiones entre el escenario principal y el resto de carpas.

-        Que se puede tener una banda de rock sin batería siempre que haya pies que sepan manejar pedales, como demostraron el espléndido Daniel Kemish y su contrabajista.

-        Que los presuntamente desconocidos y bastante interesantes Bear´s Den tienen un fiel ejército de seguidores (y ellos ni siquiera lo sabían).

-        Que las impecables grabaciones de Cold Specks se convierten en algo frío y descolorido en vivo.

-        Que Becca Macintyre, vocalista de Marmozets, es una bestia parda sobre el escenario.

-        Que la leyenda sobre el gran directo de Mumford & Sons es verdadera, aunque exista un abismo cualitativo entre las canciones de sus primeros discos y las planas composiciones del último. La diferencia es tan simple como un banjo.

-        Que Samuel T. Herring, vocalista de Future Islands, está para que lo encierren.

-        Que no entiendo a James Blake: ni su música ni las pasiones que despierta.

-        Que tampoco entiendo a Roísín Murphy y su absurdo carnaval.

-        Que el directo-karaoke de Sleaford Mods es una tomadura de pelo, por mucho que evoquen a The Fall.

-        Que hay magníficas bandas portuguesas emergentes, como Los Waves, Tape Junk, Pista o Cave Story.

-        Que Dead Combo son símbolo en su país con razón: el look, el atrezzo y esa mezcla de blues y tradición destilan carisma por los cuatro costados.

-        Que The Jesus & Mary Chain están en una excelente forma. “Psycocandy” (85) es un regalo para nostálgicos, pero rubricarlo con “Head On”, “Some Candy Talking” y “Reverence” es de traca.

-        Que Mogwai son y seguirán siendo gigantes. Tan, tan gigantes que una carpa semi-cerrada enjaula injustamente su estratosférica enormidad.

-        Que Disclosure y Flight Facilities son aptos para la fiesta, en una concepción de la electrónica que va más allá de platos y DJ.
 




 
Imágenes, por orden: Daniel Kemish, Bear´s Den, Dead Combo, Mogwai, The Jesus & Mary Chain.

A Ana y Nerea: gracias por las fotos.

www.nosalive.com/es/

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