A veces no necesitas emperrarte en navegar hacia la Historia;
la Historia viene a ti sin más. A veces te empeñas tanto en contemplar el
bosque que te olvidas de mirar los preciosos árboles a tu alrededor. Y es que
en España hay músicos enormes. Muchos. Músicos de verdad. Un gran aplauso para
todos ellos. Freedonia son una muestra
excelente y ayer nos abrieron bien los ojos. Espíritu vivo del soul, el funk y
el R&B servido desde Malasaña con amor. James Brown, Aretha
Franklin o Nina Simone invocados entre los muros de una iglesia del
siglo XII. La república de Groucho Marx revelándose contra las modas,
deteniendo el tiempo y dándole al botón de rebobinado, presentándonos la era
que jamás vivimos, animándonos a contonearnos como aquellos universitarios que
en los 50 y 60 desafiaban a sus padres, a los medios conservadores, al sistema.
Freedonia es la república de la libertad.
“Freedonia” (2012) y “Dignity and Freedom” (2014)
son dos trabajos sobresalientes, pero esta gente es gente de directo, de jam salvaje, de fiesta global, de resucitar
muertos, de entusiastas homenajes (The Animals, Sam Cooke o Fela
Kuti, no hay horizonte definido). Su potencia en vivo se multiplica por
diez, en gran parte gracias al magnetismo y la fiereza de Maika Sitte.
Qué voz, qué actitud, qué mujer, qué pantera negra. Ella es la estrella de un
show que hierve hasta en los tempos más suaves, pero no olvidemos a todos los
demás: a esa sección rítmica pluscuamperfecta, esa guitarra líder, el toque
mágico de tecla y un cuarteto de metales (y a veces percusión) para comérselo.
Bombásticos con ella y su voz, sublimes en los instrumentales sin ella. “We´re
gonna shake your body!”. Vaya si lo consiguieron. Bailar o morir. Y cuánto
tiempo hacía que no bailábamos así. Un espectáculo de primera.
1 comentario:
¡¡Y qué pelos!!, parece una bombilla esa mujer :P
Como tú dices, se ve que a ellos también les gustó Sopa de Ganso jejeje
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