03 febrero 2007

REPORTAJES

ADIÓS A JAMES BROWN.

Diez razones para recordar a un genio.

El pasado 25 de diciembre nos comíamos los restos de la opípara cena de Nochebuena con la noticia de la muerte del padre del soul y el funk en todos los telediarios. James Brown dijo adiós a una vida por la que pasó dejando huellas de todo tipo. Sus escarceos con el vicio, su depravación congénita o su endiosamiento sin límites ya son historia en las páginas escritas del mito. Hazañas tristes que servirán para recordarlo con desdén o simplemente para olvidarlo como castigo. Ha muerto un gran nota. Pero también ha muerto un gran artista.

Al margen de las divergentes sensaciones que su figura es capaz de despertar, es justo reconocer que Mr. Dinamita puso patas arriba el estatus de la música negra en los años 60, reivindicando el papel principal de la comunidad de color en la construcción de armonías y ritmos, génesis impepinable de las incontables vertientes del baile. De su fábrica orgánica han surgido algunos de los clásicos más clásicos de la historia, esas canciones que todas las generaciones de una familia conocen alrededor de una mesa navideña. Un icono persistente no solo por su música; también por su forma de moverse, revolucionaria e imposible, por sus estrafalarios trajes y capas, por los grandes músicos que lo acompañaron (como Maceo Parker –curiosamente de gira estos días por nuestro país- o “Bootsie” Collins) y por supuesto, por su cruzada obsesiva en pos de la libre expresión de su raza.

Así, mientras su cuerpo presente todavía espera un lugar en el que poder descansar en paz, las menciones y tributos se disparan, y sus temas vuelven a ponerse de moda por millonésima vez. Ahí van diez buenas razones para montar un fiestón del quince y recordar al genio por sus buenas obras.

1. “I Got You (I Feel Good)” (65): la más conocida y una de las mejores. Música y letra simples para perpetuar el reinado de Chuck Berry.

2. “Get Up (I Feel Like a Sex Machine)” (70): himno de la generación funky que riza el rizo del ritmo y alcanza poderes hipnóticos. Vehemente y censurada, elegante y con clase. “Right on, right on”.

3. “Get Up Offa that Thing” (76): riffs contagiosos, secuencias de viento, un estribillo repetitivo a coro, palmas y buen rollo. Sublime.

4. “Papa´s Got a Brand New Bag” (65): una de las que le valieron un Grammy, con desarrollo idéntico a “I Got You (I Feel You)” e igual de pegadiza.

5. “Cold Sweat” (67): otro de sus números uno en el éxodo del soul al funk. El ritmo aún se contiene, pero el esqueleto empieza a moverse.

6. “Say It Loud (I´m Black and I´m Proud)” (68): un mensaje que hizo furor entre la comunidad y animó a romper cadenas. Escuchándola te entran ganas de ser negro.

7. “Mother Popcorn” (69): la garganta del padrino en pleno apogeo, y un cambio de ritmo a mitad de viaje tan vertiginoso que marea.

8. “The Payback” (73): entre funky y R&B, ese ritmo de guitarra da vueltas y vueltas en círculo para sostener otra de las más grandes.

9. “Get on the Good Foot” (72): con los mismos bajos, vientos y wah-wahs, pero más compleja y desarrollada. Otro James Brown.

10. “Super Bad” (70): otra repetición gloriosa a seis cuerdas y todo un manto de percusiones. “I´ve got soul and I´m super bad”. Pues éso.

www.godfatherofsoul.com

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