26 julio 2007

REPORTAJES

CRÓNICA DE UNA DESERTORA.

Recuerdos de ocho FIBs inolvidables.

El pasado fin de semana tuvo lugar la decimotercera edición del Festival Internacional de Benicasim, mi sacrosanto lugar de vacaciones en los últimos ocho años. Y por H o por B, mi cabeza dijo hace meses “no vayas” y yo le hice caso. Decisión irrevocable e irreversible. Como soy un poco kamikaze tuve que encender Radio 3 para ver qué estaba pasando por allí, y el jueves me topé de orejas con un Iggy estelar, el viernes con unos Jeff Tweedy & Cia. breves pero inmensos, el domingo con unos Hives divertidillos. Y mi corazón habló y dijo “¿por qué no has ido, tonta del culo?”. Fue el calentón de un momento melómano crítico, porque hay que ser consecuente con las decisiones y la mía tenía su fundamento. Pero lo peor es el lunes postrero, ese en el que empiezas a encontrarte gente que asocia miméticamente tu cara al festival y te bombardea con la pregunta del millón: “¿qué tal en Benicasim?”. Y tienes que confesar la verdad. BRRRR!.

La madurez, aparte de tener sus ventajas, nos convierte en maniáticos, exquisitos y sabihondos. Y renunciar al FIB en su edición trece no ha sido por superstición, sino por las tres cosas anteriores y algunas más. Decidí tozudamente que renunciaba por un choque mortal con un cartel débil y falto de imaginación. ¿Y quién dice que ese cartel no me hubiera parecido la bomba ocho años atrás?. ¿No me fascinaban Blur y Suede en 1999?. ¿No son Arctic Monkeys y Muse los equivalentes (salvando distancias) actuales?. Lavo mi conciencia: reconozco que sin el FIB no sería la persona que soy, que ese festival cumplió muchos de mis sueños, que allí he pasado los mejores momentos de mi vida. Sí, ya no es lo que era. Pero una parte de la menda sigue estando por allí. Esta es la lista de todos los conciertos vividos en estos ocho años.

1999: Arab Strap, Australian Blonde, Automatics, Baked Beans, Bis, Black Box Recorder, Blur, The Charlatans, The Chemical Brothers, Cinerama, Dark Star, The Delgados, dEUS, Dominique A, Gigolo Aunts, Hefner, Jon Spencer Blues Explosion, Kaplan, The Libs, Marine Research, Massive Attack, Mercury Rev, Ocean Colour Scene, Parade, Patrullero Mancuso, Rinoçerose, Salako, Snowpony, Sr. Chinarro, Stereophonics, Suede, Travis.

2000: Australian Blonde & Steve Wynn, Autour de Lucie, Babybird, Bentley Rhythm Ace, Dakota Suite, Doves, Digital 21, Elastica, Embrace, Flow, Gus Gus, The Happy Losers, Ian Brown, The Jacquelines, Jay-Jay Johanson, Jean Louis Murat, Johnny Marr & the Healers, Lambchop, Michel Houellebeq, Migala, Mina, Mojave 3, Morcheeba, Nada Surf, Nosoträsh, Oasis, Perry Blake, Placebo, Polak, Primal Scream, Richard Ashcroft, Sexy Sadie, Six by Seven, Stereo Total.

2001: Ash, Belle and Sebastian, Big Star, Bondage, Clinic, Death Cub for Cutie, The Divine Comedy, Élena, Elevator Suite, Experience, Fang, The Flaming Lips, Françoiz Breut, For Stars, Goldfrapp, James, Lowgold, Manic Street Preachers, Mercury Rev, Mogwai, Orbital, Orlando, Piano Magic, PJ Harvey, The Posies, Pulp, Red House Painters, Satellites, Sidonie, Sneaker Pimps, Tahiti 80.

2002: Belle and Sebastian, The Beta Band, El Diablo en el Ojo, Jack, Mercromina, Paul Weller, Primal Scream, Radiohead, Rinoçerose, Super Furry Animals, The Tea Servants.

2003: Beck, Camera Obscura, The Coral, Death in Vegas, Jet Lag, JJ72, Lou Ann, The Raveonettes, Schwarz.

2004: Ash, Camping, The Charlatans, The Dandy Warhols, Fangoria, Felix Da Housecat, Franz Ferdinand, Girls in Hawaii, Kings of Leon, Kraftwerk, Lou Reed, Patrick Wolf, Pet Shop Boys, Los Planetas, Primal Scream, Scissor Sisters, Spiritualized, Teenage Fanclub, Tim Booth, Tindersticks, Wire, Zoot Woman.

2005: !!!, Basement Jaxx, The Cure, Devendra Banhart, Diefenbach, Dinosaur Jr, Doves, Hot Hot Heat, Joseph Arthur, Kaiser Chiefs, Kasabian, The Kills, Kings of Convenience, Ladytron, LCD Soundsystem, Mäximo Park, Mouse on Mars, Nick Cave & the Bad Seeds, Oasis, The Polyphonic Spree, Radio 4, Tarwater, The Tears, Underworld, The Wedding Present, Yo la Tengo, The Zephyrs.

2006: 12Twelve, Calla, Depeche Mode, dEUS, Dyonisos, Dominique A, Editors, Howe Gelb + Sno Angel, Humbert Humbert, Madness, Manta Ray, Morrisey, Nada Surf, The Organ, Pixies, Placebo, Poni Hoax, Rufus Wainwright, Scissor Sisters, The Strokes, Teitur, Tom Verlaine, The Walkmen, Yann Tiersen.

¿Volverán las oscuras golondrinas en Benicasim sus tiendas a posar?. No contestemos. Dejémos el interrogante.

Foto:
www.fiberfib.com

23 julio 2007

CONCIERTOS

BJÖRK. Madrid. Las Ventas. 18-7-2007.

Eleva tu bandera.

El universo björkiano estaba en dulce letargo, y las espinitas de algunos permanecían clavadas en silencio, esperando el remedio que las extirpara para siempre. “Volta” ha sido el golpe de suerte, la campana anunciadora del despertar, la excusa para echar la vista atrás y resucitar la antigua admiración por el hada saltarina de los sueños polares. Lejos de excentricidades y rarezas, su nuevo (y quizá peor) disco ha servido para hacerla aterrizar en España y saldar una deuda contraída hace mucho tiempo.

Estandartes inertes, un tropel de ángeles fluorescentes con casacas y vientos, instrumentos cuaternarios e instrumentos de la nueva era y un escenario más parecido a Troya que al País de las Maravillas. Y ella, mitad mariposa mitad tuareg, con pies que no son pies, sino muelles que la lanzan al cielo de las estrellas. Porque es una de ellas, y sigue brillando pese a todo. Lo mejor de su trayectoria desfiló entre burladeros y tendidos (¡que la música derrumbe todos los cosos del mundo!), con algunas excepciones (se olvidó de “Venus as a Boy”, “Isobel”, “Human Behaviour”, “Violently Happy”, pero es que todo no puede ser). “Earth Intruders” abrió manando fuego, dejando paso a “Hunter”, “Hidden Place” o “Pagan Poetry”, en ejercicios continuos de pureza y ambición vocal que cristalizaron en “Immature”, “Joga” y una emocionantísima “Wanderlust” que lo gana todo en directo. “Aeroplane” fue su exiguo homenaje a “Debut” (casi quince años de sus primeros pasitos post-Sugarcubes, el tiempo vuela). “Army of Me” (momento estelar) nos devolvió a la Björk guerrera e iracunda, y “I Miss You” a la folclórica y risueña. El punto y aparte (después habría únicamente dos bises) derivó en una especie de rave hambrienta con “Hyper-Ballad” y “Pluto”. Y en medio de todo, esa perla llamada “Bachelorette”, esperada con fervor, favorita de la mayoría, una canción de bandera. Nunca mejor mencionadas las banderas: “Rise your flag, higher, higher” fue el grito de batalla y “Declare Independence” el recién compuesto himno de rebeliones anti-sistema, dardo envenenado a la cabeza de déspotas y engañabobos. Utopías, utopías. La canción acaba y todo sigue igual. Bueno, no todo: ya no hay deudas ni espinitas.

www.bjork.com

18 julio 2007

CONCIERTOS

SUMMERCASE 2007

Desembarco en Boadilla.

El Summercase empezó siendo el pariente de verano del Wintercase, y después de la segunda edición ya se pueden extraer serias conclusiones: que se presume un festival con vocación de permanencia, que se coloca por delante de su hermano invernal y que se convierte en una competencia cruda para el FIB. El mayor inconveniente de la sucursal madrileña es, sin duda, el emplazamiento. El recinto de Boadilla del Monte, amén de estar en el quinto carajo, es un patatal insalubre en el que se muerde polvo a espuertas y se acaba con los pies del revés. Aún así, lo que se preveía como una nueva odisea en el espacio no resultó tan trágico, pues los autobuses gratuitos de la organización funcionaron fetén (aunque alguien tendrá que explicar por qué se suspendió a última hora el servicio destino Moncloa). Se agradece: la amplitud de las terminales O y E, las pantallas para no perder ripio y el buen sonido de los conciertos en general. Se critica: los precios, porque cobrar tres euros por una botella de agua de 50 cl. es un atraco a mano armada (y sin tapón, oiga).

Y ahora la música. Como siempre tocó hacer descartes, algunos premeditados, otros sobre la marcha. Por coincidencia: Soulsavers con Mark Lanegan, My Brightest Diamond, OMD, Electrelane y The Whitest Boy Alive. Por masificación: Jarvis Cocker. Por agotamiento: The Chemical Brothers. Demostrado: la calidad de un festival no depende del cartel que se anuncia, sino de la criba que uno hace. En resumen…

THE HOURS: El negro me priva; automáticamente me transporta a Joy Division, a Bauhaus, a The Cure. Y aunque los tiros no van por ahí, sino más bien hacia Radiohead, The Smiths o Coldplay, que vistieran de negro riguroso pudo contribuir a que me gustaran más. Qué cosas. No han inventado la penicilina, pero “Narcissus Road” y “Back When You Were Good” son resultonas y “Murder or Suicide” se sale. Media horilla de lo más agradable.


BADLY DRAWN BOY: El arranque con “Born in the UK” hizo prever un concierto enérgico, pero agua. Se dan casos en que un puñado de buenas canciones y una gran banda no bastan. A Damon Gough le sucede. Es como si el fuego ardiera flojo y nadie se atreviera a echar más madera. Así que al final lo único que queda es el típico debate: ¿no se estará asando con esa chupa y ese gorro?.


JAMES: La reunificación de los de Manchester ha sido la gran noticia del año. Los motivos de su ida y venida no importan, porque nos han hecho pasar momentos tan gratos que poderlos revivir es un regalo. Y qué momento el del viernes 13… Los primeros acordes de “Born of Frustration” vaticinaron lo que se sabía (aluvión de himnos), y aunque empezaron algo congelados no defraudaron. Con esas canciones, ¿cómo van a defraudar?. Han escrito historia, y nos la releyeron con “Tomorrow”, “Sit Down”, “Out to Get You”, “Ring the Bells”, “Say Something”, “Getting Away with It”, “Laid”, “Sometimes”, “She´s a Star” y la inesperada (y espeluznante) “Play Dead”. No estaban muertos, estaban de parranda, porque las dos nuevas son buenísimas. Y Tim Booth, pese a estar más apagado, sigue siendo un entrañable caballero-histrión. Lo siente en sus carnes y nos lo contagia. Pues eso, conciertazo. Y como proclamaba una pancarta en primera fila: GRUPAZO.

DJ SHADOW: Un DJ a las diez de la noche es poco menos que una aberración. Pero claro, el Shadow es algo más que DJ. Esa amalgama de etno-rock con guitarras wah-wah, techno oscuro y hip hop, más las proyecciones truculentas que la adornan, crearon un ambiente perfecto para atizarse el bocadillo de rigor. Poco movimiento (salvo cuando coló el “Be There” de UNKLE con Ian Brown), pero es que a esas horas el cuerpo pide otras cosas.


THE JESUS AND MARY CHAIN: Lo mejor de los regresos es que algunos son como celebraciones, comunión de banda mítica y fans de antaño, sucesión de grandes éxitos chapurreados a coro. Yo nunca fui muy fan, pero acabé creyéndome una de ellos. Y canturreé (vaya si lo hice) “Head On”, “Sidewalking”, “Some Candy Talking”, “Just Like Honey”, “Blues from a Gun” y “Cracking Up”. No son la alegría de la huerta, ni falta que les hace. Empezaron sonando fatal pero cumplieron con lo previsto: tocar bien (espectacular Loz Colbert con las baquetas y las maracas) y demostrar que las bandas empeñadas en copiarlos no les llegan a la suela del zapato. Y ese final con “Reverence” fue como subir al cielo y encontrarte al mismísimo diablo en la puerta.

AIR: Para captar el matiz del espectáculo de los galos hay que irse lejos, perderse entre la gente, abandonarse solo y huir de las interferencias. Solamente así se consigue quedar atrapado en las redes de su magia, y sentir que vuelas por ese cielo nocturno que es el escenario. Pasaron bastante de “Pocket Symphony” y abordaron lo más granado de “Talkie Walkie” (“Venus”, “Run”, “Cherry Blossom Girl”), “10.000Hz Legend” (“Radian”, “People in the City”, “Don´t Be Light”) y “Moon Safari” (“Remember”, “Kelly Watch the Stars”, “Sexy Boy”), además del clásico cinematográfico “Playground Love”. Y fue un punto averiguar que detrás de esa voz angelical no hay una fémina, sino el propio Jean-Benoît Dunckel. Lo que se descubre en los directos…

!!!: Insuperables. No fallan. Son un ente intocable, una jodida apisonadora, una máquina de vomitar ritmos y espasmos. Salieron sin contemplaciones, encadenando “Myth Takes”, “All My Heroes Are Weirdos”, “Dear Can” y “Must Be the Moon”. Pasaporte para una hora y pico de incontinencia colectiva. Las danzas aeróbicas de Nic Offer son como un ritual, aunque esta vez la voz negra (protagonista absoluta en “A New Name” y “Yadnus”) le dejó respirar un poco (si es que acaso este tío respira). Offer es el que hace las gracias, pero ojito con el resto: Andreoni a las guitarras, el bajo apocalíptico, los aporreos salvajes (por cierto, ¿dónde estaba John Pugh?). Con “Me and Giuliani Down by the Schoolyard” y “Heart of Hearts” agotaron todo el oxígeno y terminaron de reducir la terminal S a puro escombro. Posiblemente, lo mejor del festival.

THE HIDDEN CAMERAS: ¿Cómo pueden enganchar tanto siendo tan petardos?. Quizá porque tienen temas geniales que no se estancan en ritmos o melodías recurrentes, sino que, como serpentinas, apuntan acá y allá sin objetivo fijo. “Hump from Bending”, “Awoo”, “Day Is Dawning”, “Learning the Lie” y “Death of a Tune” fueron las mejorcitas. Dieron la nota, pero sin pasarse, disfrazados de “caperucitas negras”. Eso sí, el bailarín de marras que apareció en “Boys of Melody” podía haberse quedado tranquilamente en su casa. Divertido.

EDITORS: Se dice sobre ellos que son la mejor banda británica sobre un escenario, y desde luego, mal no lo hacen. Mucho más centrados que en el pasado FIB, sonaron contundentes y convencieron, aunque su repertorio ya no de más de sí y Tom Smith se crea demasiado el rol de heredero de Ian Curtis. “Bones” y “An End Has a Start” mantienen un nivel digno, pero el resto de novedades (especialmente la de piano épico) son bastante peñazo. Mejor quedarse con “All Sparks” y “Munich”.

GUILLEMOTS: De trámite obligatorio para hacerse hueco en la carpa a enorme revelación del festival. Pasábamos por allí porque no queríamos perdernos a la Polly, y nos encontramos a un Fyfe Dangerfield encaramado a un piano que echaba humo, a lo Jerry Lee Lewis, rematando “Through the Window Pane”. Después vinieron “Made Up Love Song #43”, “Trains to Brazil” o la monumental “Sao Paolo”, con el combo (guitarra, contrabajo, saxo, clarinete y batería demoledora) sudando la gota gorda. Canciones discretas que en directo se convierten en monstruos. Es la diferencia entre los buenos y los malos.

PJ HARVEY: División de opiniones. Para algunos, un camelo. Para otros, una joya. Embutida en un imposible atuendo rococó, Polly desnudó sus facetas menos comunes: la valiente, la suicida y la humana. Valiente porque luchó sola contra la tormenta. Suicida porque, de nuevo, rebuscó en el cofre de los temas inesperados. Humana porque al fin habló, bromeó, interactuó. Las futuras canciones tuvieron su protagonismo, pero al piano se difuminaron inaudibles. Mejor con la guitarra, sí señor. Eléctrica es la auténtica reina, y “Oh My Lover”, “Send His Love to Me”, “Angelene”, “Dress”, “Big Exit”, “Horses in My Dreams” o “Rid of Me” coparon los momentos más emocionantes de un recital entre la nostalgia y la tragedia, entre la gloria y el abismo, entre el sí y el no.

THE FLAMING LIPS: El arsenal siempre es el mismo, pero nunca lo usan igual. La aparición de Wayne Coyne rulando en la burbuja gigante fue la apoteosis, hubo menos confetti y globos pero más efectos láser, la monja solo cantó de refilón, reaparecieron el gong y la paloma de “Waiting for a Superman”, y el resultado fue el de siempre: un espectáculo inenarrable, mágico, surrealista. Y no solo es circo, es que además tienen buenas canciones. Con “Pompeii Am Götterdämmerung” y “The W.A.N.D.” se rompieron todos los moldes del rock. Y aunque nunca acaben de sonar perfectos y la plática de Coyne se convierta en pelín cansina a ratos, el que se aburra con ellos es que no tiene sangre en las venas.

ARCADE FIRE: Los de Montreal van camino de convertirse en un fenómeno de estadio tipo U2. Y no sé si eso es bueno o malo. En su concierto fallaron algunas cosas. Lo principal, el volumen. “No Cars Go”, su mejor canción, sonó a eco montañés. Y no digamos a lo que sonó “Haiti”. Y “Neon Bible” será el disco del año y tal y cual, pero a la gente le pellizcan más las de “Funeral”. No hay color; las tres “Neighborhood”, “Rebellion (Lies)” y “Wake Up” propagan subidones que ni “Intervention” ni “(Antichrist Television Blues)”. Son una panda de multiinstrumentistas superdotados, alumnos de sobresaliente en la escuela campestre del rock, pero deberían insistir más en explotar su valía como músicos y dejarse de pompas y envoltorios.

LCD SOUNDSYSTEM: !!! y LCD son las dos columnas que sostienen la nueva cultura del baile (esa en la que la máquina cede de nuevo el trono al hombre), y en este festival ha quedado más claro que el agua. Recogiendo el testigo de sus paisanos neoyorquinos, los de James Murphy consiguieron sacar a los guarnecidos de las trincheras y reventar los restos. Desde “Us Vs Them” hasta la delirante “Yeah”, pasando por “Daft Punk Is Playing at My House”, “North American Scum”, “Time to Get Away”, “All My Friends”, “Get Innocuous”, “Movement” y una “Tribulations” que volvió majareta al respetable. Pura dinamita. De postre, “New York I Love You”, obsequio cortesía de un Murphy que tan pronto emula a James Brown como a Frank Sinatra. Va sobrado.

Visiones accidentales y/o casuales:
  • How I Became the Bomb: no hay nada peor que ser de Nashville y querer sonar londinense. Horrorosos.
  • The Sunday Drivers: tocan muy bien pero aburren a las ovejas.
  • Jarvis Cocker: su club de fans sigue activo; no cabía un alfiler.
  • Ratatat: funky, metal, dub, melenas al aire…brutales.
  • The Chemical Brothers: “Hey Boy Hey Girl” siempre será su himno.
  • Fionn Regan: el concierto más corto en la historia de los festivales (¿20 minutos?).
  • Bromheads Jacket: mucho ruido y pocas nueces.

Crónica dedicada a las “buenismas”: Rous, Mary Jo, Clara y Llanos.

07 julio 2007

CONCIERTOS

TV ON THE RADIO. Madrid. Joy Eslava. 4-7-2007.

Prueba de fuego.

Suscribo lo que decía un tipo a la salida del concierto: “Me tenía que haber gustado más”. Y es que podía haber sido mejor. Sobre todo si el marco hubiera sido otro, porque la dichosa Joy engulle el sonido hasta la crispación (eso por no hablar de los recovecos laberínticos y el escrutinio malrollero de los seguratas). También hubiéramos salido más contentos si la cosa hubiera prosperado algo más, porque hora y cuarto escasa ante un aforo atestado y desatado deriva en sensación de racanería. Borrones aparte, hay que reconocer que los de Brooklyn tienen el mismo poderío en vivo que entre mesas de pistas. Tunde Adebimpe pone la carnaza y el espectáculo (con su privilegiada voz y su artillería de pedales), Kyle Malone la ironía (impasible pero cachonda), Jaleel Bunton y ese accidental bajista (más blanco que la sal, por cierto) la sobriedad en los ritmos y David Sitek un poco de burrería de todo punto necesaria. El resultado es una transfusión vibrante, impactante, a ratos esquizofrénica. Empezaron retrospectivos, con “Young Liars”, “The Wrong Way” y “Dreams”, calentando motores para el posterior desparrame, que prendió con una “Wolf Like Me” demoledora, y se extendió en la colosal concatenación de “I Was a Lover”, “Blues from Down Here”, “Dirtywhirl” y “Wash the Day Away”. Y prácticamente ahí se detuvo la locomotora, pese a lo que llegaría después: una curiosa rotación instrumental en “Bomb Yourself”, una masacre tribal en “Let the Devil In” y un jolgorio apoteósico en “Staring at the Sun”. Son buenos, imaginativos y completos, pero les falta algo indescifrable para terminar de rubricar sus superpoderes.


Teloneros, esos grandes olvidados: la sueca Sarah Assbring (El Perro del Mar) abriendo el telón, ingresando en el club de los músicos sin miedo a la soledad y la desatención con matrícula cum laude.


02 julio 2007

AGENDA

JULIO: De flor en flor.

El mes grande del verano musical entra cargado de festivales y visitas míticas. Con tiempo y dinero a espuertas podrían programarse una vacaciones mortales que empezarían en Madrid y terminarían en San Sebastián, pasando por Huesca o Sevilla. (A fe cierta que muchos lo harán). Se propone el siguiente tour...

TV ON THE RADIO (4 julio, Madrid): El alabado “Return to Cookie Mountain” (2006) se pone a prueba en directo. Los de Brooklyn llegan a nuestro país con la aureola de banda colocada y ganadora, cosa que podrán (o no) confirmar en la Joy Eslava (también en Barcelona un día antes). Si Trent Reznor y Peter Murphy los escogieron como secundarios será por algo. Habrá que verlo y escucharlo con nuestros propios ojos y oídos.

MONEGROS DESERT FESTIVAL (7 julio, Huesca): Como cada año, la gran fiesta del verano techno está servida. Y como siempre, los reyes de géneros varios se dan cita en el crudo desierto oscense para honrar a su manera a San Fermín. Desde Underworld hasta Asian Dub Foundation, pasando por Svën Vath, Richie Hawtin, Autechre, Dave Clarke, DJ Hell, Umek o Mulero. Vamos, la cuadrilla habitual.

SUMMERCASE (13 y 14 de julio, Boadilla del Monte y Barcelona): Cabezas de cartel de lujo (PJ Harvey, James, The Jesus & Mary Chain, Arcade Fire, The Flaming Lips), presencias que prometen (Soulsavers ft. Mark Lanegan, My Brightest Diamond, The Whitest Boy Alive) y mucho relleno infumable o simplemente pasable. Será un festival decente solo si las coincidencias horarias no lo impiden.

BJÖRK (13 en Bilbao, 15 en Segovia, 18 en Madrid): Guste más o guste menos, el caché de la islandesa va ligado a espectáculo indescriptible. “Volta” (2007) no es su mejor trabajo, pero con una veintena de músicos, magia audiovisual y el timbre de su voz única puede haber embrujo, y del gordo.

FIB (del 19 al 22 de julio): Benicasim ya no vende música, eso está claro. El cartel más mediocre de la historia se salda con otro lleno hasta la bandera. Será otro éxito para la organización, otra semana inolvidable de sol y borrachera para cientos, pero la que suscribe se raja definitivamente tras ocho años de fidelidad y perdones. Con nostalgia, pero sin arrepentimiento.

NOCTURAMA (miércoles y jueves de julio, Sevilla): El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo acoge esta singular muestra de amor platónico entre la música y la imagen, con invitados tan selectos como Piano Magic, Final Fantasy, Friends of Dean Martinez o Darren Hayman. Viva el buen gusto.

FESTIVAL DE JAZZ DE SAN SEBASTIÁN (del 24 al 29 de julio): La palabra jazz ha dejado de ser un atributo estilístico para convertirse en una puerta abierta al más allá. La lista de nombres insignes en esta edición no tiene fin: Elvis Costello, Pat Metheny, Allen Toussaint, Chick Corea, Sly & the Family Stone, Van der Graaf Generator, Skatalites, Wayne Shorter, Bryan Ferry, Matthew Herbert, Madeleine Peyroux, Horace Andy... Historia y música con mayúsculas.

Foto: Peter Van Hatten
www.allmusic.com